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De vecinos a ciudadanos

La vivienda es el lugar en el que se desarrolla la vida familiar y personal de sus habitantes.

La vivienda es el lugar en el que se desarrolla la vida familiar y personal de sus habitantes. Por ello, a su alrededor se desarrollan dinámicas con una fuerte carga humana y social que sobrepasa las relacionadas a sus características físicas y funciones estrictamente materiales. Ello conlleva también varias dificultades de convivencia con aquellas personas que, de un momento a otro, pasan a formar parte de nuestro día a día, los vecinos.

Por esta razón resulta tan importante atender la dimensión social alrededor de los proyectos de vivienda.

Beneficios del acompañamiento social

Entendida la familia como el núcleo de la sociedad y la vivienda como el núcleo físico de la ciudad, mejorar los comportamientos y actitudes vecinales, a largo plazo, se replicará en mejores comportamientos ciudadanos. Con esta premisa, Fundación Bien-Estar brinda asesoría y trabaja conscientemente en el desarrollo de relaciones estratégicas y sinergias que permitan a los habitantes de un condominio o conjunto habitacional conocer y hacer respetar sus derechos, así como también, cumplir y hacer cumplir los derechos de los demás.

Una convivencia sana se logra a partir de la toma de consciencia y respeto del otro. Las diferencias sociales y culturales, la poca o nula participación en la toma de decisiones dentro del conjunto habitacional, así como, la resistencia para asumir responsabilidades y compromisos son algunos de los principales problemas condominiales que pueden evitarse y resolverse por medio del trabajo de asesoría y acompañamiento social.

Comunidad y memoria.

La interacción vecinal constituye la base sobre la cual se consolidan las relaciones y lazos que unen e identifican a los miembros de un condominio o un barrio y estos permiten, a su vez, la creación de memorias individuales y colectivas.  

La creación de memoria es indispensable en los procesos de apropiación y empoderamiento de las personas para con el espacio físico que habitan. Por otro lado, el sentirse identificado con los demás permite reconocerse en ellos e identificar y diferenciar aquellos comportamientos que aportan a la comunidad y los que dificultan la convivencia. De esta manera, un vecino aprende a evitar las acciones que perjudican a la comunidad y a respetar la diferencia.

Del barrio a la ciudad

Para ser miembro de una comunidad es necesario adoptar los comportamientos de las personas que nos rodean. En este sentido, la importancia de construir y mantener relaciones vecinales saludables radica en que si se logra incentivar comportamientos positivos dentro del condominio, con el tiempo sus habitantes los adoptarán y convertirán en hábitos.

Estos comportamientos positivos, a su vez, se replicarán en otros espacios, primero en el barrio y, a escala más grande, en la ciudad, pues, todo individuo tiende a replicar su comportamiento fuera de la comunidad donde lo aprendió. Adicionalmente, la relación que existe entre derechos y obligaciones dentro de un condominio crea en los vecinos un sentimiento de responsabilidad compartida que, posteriormente, puede aplicarse en espacios más grandes como el barrio y, en última instancia, en la ciudad. De esta manera, una persona que aprende a ser buen vecino, tiende a comportarse como un buen ciudadano. Por ejemplo: si un vecino respeta los parqueaderos de su condominio, es muy probable que sea una persona que respeta las zonas de parqueo de la ciudad.

Cómo ser un buen vecino

Los comportamientos positivos de un buen vecino deben aprenderse. Para ello es necesario aplicar reglas y códigos de conducta que permitan la creación de hábitos saludables y sostenibles en el tiempo. En este proceso de aprendizaje y organización vecinal, el trabajo de acompañamiento social resulta indispensable, pues guía y asesora sobre diversas temáticas enfocadas a prevenir y resolver los problemas derivados de la convivencia.

Consciente de esta necesidad y con el objetivo de cumplir con su misión institucional, Fundación Bien-Estar, a través de su producto Acompañamiento social, brinda los servicios de: asesoría legal sobre temas de propiedad horizontal, talleres para una adecuada convivencia en sitio, cursos de administración de condominios y servicios enfocados en mejorar las relaciones vecinales y desarrollar hábitos de buenos vecinos.

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