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Las finanzas personales en semáforo amarillo

La pandemia ocasionada por el COVID-19 provocó que millones de ecuatorianos necesiten aislarse, practicar el distanciamiento social y refugiarse en sus hogares.

Ecuador optó por la semaforización como medida de prevención de contagios, cantones que presentan baja incidencia de COVID-19 pueden ir ablandando paulatinamente las restricciones de movilidad y apertura de comercios (semáforo en amarillo y verde), mientras que los cantones con mayor incidencia del virus mantendrán medidas más estrictas (semáforo en rojo).

La crisis económica provocada por la pandemia ha tenido un alto impacto en la situación laboral de los ecuatorianos, afectando de manera directa los ingresos financieros de los hogares. Negocios cerrados, jornadas laborales suspendidas o reducidas y un porcentaje menor de negocios considerados esenciales funcionando de manera casi normal.

La mayoría de cantones en Ecuador han pasado a semáforo amarillo, las ciudades más grandes del país como Quito y Guayaquil tratan de recuperar su habitual movimiento adaptando sus rutinas con las limitaciones y cuidados necesarios para evitar la propagación de la enfermedad.

El confinamiento puso en alerta las finanzas familiares, muchos hogares no contaban con un fondo contingente de ahorro para contrarrestar una eventual pérdida de empleo o ver disminuido su ingreso mensual. Contar con este fondo habría ayudado a cubrir necesidades inaplazables, urgentes e imprevisibles. Por esta razón y con base en la experiencia reciente, en un estudio realizado recientemente, 9 de cada 10 ciudadanos respondieron que ahorrar será lo más importante para sí mismos y para sus familias.[1]

Después del ahorro se ubican los rubros referentes a: la salud, los nuevos hábitos de limpieza e higiene personal y la búsqueda de nuevas opciones de financiamiento.[2] Es decir que, la economía básica de supervivencia predomina en los hogares. Las necesidades básicas deben mantenerse cubiertas, las familias comprenden que hay que priorizar los gastos y que, por tanto, vacaciones, regalos, viajes, etc. deben esperar.

Con el semáforo en amarillo se pretende recobrar cierta normalidad en las ciudades, reactivando parcialmente las actividades productivas. Con la implementación de estas medidas muchas familias tendrán que realizar nuevos ajustes a sus presupuestos. Rubros como el transporte, equipos de protección personal (mascarillas, gel desinfectante), entre otros, deberán tomarse en cuenta para el eventual retorno a sus lugares de trabajo.

El transporte es uno de los puntos más importantes a ser presupuestado dentro de nuestras finanzas en esta etapa de la pandemia en Ecuador. Muchas personas han decidido optar por medios alternativos al transporte público, el uso de taxis y bicicletas son las opciones que se empiezan a barajar en la población como medidas de prevención para mantener el distanciamiento social recomendado.

Si usted desea minimizar riesgos y a la par ahorrar dinero en transporte, podría caminar a su lugar de trabajo (si la distancia se lo permite). Si ha optado por tomar taxis como principal medio de movilización, podría pactar con un conductor de su confianza una tarifa fija semanal o mensual para que éste le recoja desde su casa y de regreso del trabajo. Al mantener una tarifa fija usted podrá tener un control adecuado de este rubro. Desde luego, esta sería considerada una alternativa excepcional hasta que la probabilidad de contagios en el país disminuya y se pueda volver a tomar el transporte público sin mayor temor, ya que este nos permite movilizarnos a menor costo.

El equipo de protección personal se ha vuelto indispensable en la actualidad; mascarillas, máscaras faciales, trajes de bioseguridad, gafas de protección, alcohol, entre otros productos, son los más demandados por la población. Antes de realizar una compra impulsiva de estos productos, asegúrese de que su calidad y precio estén acorde a la oferta de mercado y que efectivamente cumplan con la función de protegerle. Caso contrario, estaría realizando una compra que será desfavorable para usted y para su bolsillo.

Si su familia es grande, podría considerar la compra de este tipo de productos en presentaciones de mayor cantidad, en lugar de comprarlos individualmente, ya que el costo unitario de éstos suele verse incrementado. Por ejemplo, para una familia de cinco integrantes comprar una caja de 10 unidades de mascarillas sería una opción adecuada, en lugar de comprar cinco mascarillas pagando su precio unitario por separado. En este caso, además, contarían con una mascarilla extra de recambio para cada miembro de la familia.

Recuerde siempre revisar varias opciones entre las disponibles en el mercado, tenga en cuenta que los precios nos transmiten mucha información, si algo le parece sospechosamente barato puede que no esté cumpliendo con un estándar de calidad adecuado y resulte ser una mala compra.

[1] Ipsos (2020), COVID Recalculando, Actualización de la situación del COVID-19 en Ecuador (Ola #4)

[2] Ibid.

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