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¿Cómo enseñar a los niños a ser buenos vecinos?

La convivencia dentro de un condominio es uno de los aspectos que más influyen en la calidad de vida y en la experiencia vecinal de las personas. Al mudarnos de casa o departamento tenemos conocimiento respecto al inmueble que hemos comprado o alquilado, sus características, servicios, ubicación, etc., pero desconocemos por completo sobre la dinámica comunitaria y las relaciones vecinales con las que tendremos que lidiar y bajo las cuales deberemos adaptar nuestra vida. En artículos anteriores hemos abordado el tema de la convivencia entre vecinos, las formas de evitar o resolver conflictos, sobre los derechos y las obligaciones que adquirimos al vivir bajo el régimen de propiedad horizontal, entre otros. En esta ocasión, desde Fundación Bien-Estar queremos dedicar este post a los vecinos más pequeños, los niños que viven dentro de un condominio.

Al igual que las personas adultas que habitan en un conjunto residencial o condominio, los niños tienen derechos y obligaciones y están sujetos a las mismas normativas de convivencia. Por esta razón es muy importante que desde pequeños reciban la guía adecuada para normar su comportamiento y adaptarlo a la convivencia con sus vecinos.

Con este objetivo, a continuación te presentamos algunas sencillas recomendaciones que te ayudarán a guiar el comportamiento de tus niños dentro del condominio para que se conviertan en buenos vecinos. Enséñales a:

  • Respetar las normas establecidas en el condominio, tales como, respetar los espacios privados, cuidar los espacios comunes, utilizar adecuadamente las instalaciones, colocar la basura en su lugar, pasear a las mascotas con collar y recoger sus desperdicios, etc.
  • Evitar el ruido. Los niños, por naturaleza, son ruidosos, pero deben comprender que sus acciones afectan a las otras personas y el ruido excesivo constituye una falta de consideración para con sus vecinos. Explícales que dentro del edificio pueden haber personas enfermas o bebés que necesiten silencio para descansar.
  • Colaborar y participar en las actividades comunitarias, sean de limpieza, adecentamiento o socialización. Estas actividades permiten estrechar los lazos vecinales y crear vínculos entre los niños y las personas de su entorno, de esta manera se construyen espacios y relaciones más seguros para todos.
  • Ser cordiales y comedidos. Dentro del condominio, al igual que en las demás instancias de la sociedad, deben practicarse las normas básicas de educación y cortesía. Como por ejemplo:
    • Saludar y despedirse, tanto de los vecinos como del personal que trabaje en el condominio (guardias, conserjes, administradores, etc.), solicitar con amabilidad y agradecer cuando se ha recibido algún servicio o favor.
    • Comedirse a ayudar en caso de que alguien lo necesite. Los niños pueden ayudar a sus vecinos mayores con pequeños favores como cargar paquetes livianos, abrir y/o cerrar puertas, subir o bajar gradas, etc.

Los niños forman parte importante de toda comunidad y una vez que han aprendido a respetar y cumplir las normas establecidas pueden convertirse en los mejores aliados para lograr una comunidad organizada.

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