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Concurso Mejora tu Emprendimiento II Edición

Fundación Bien-Estar es una organización sin fin de lucro creada hace 18 años con el objetivo de brindar servicios de asesoría y capacitación, orientados a mejorar la calidad de vida de las familias ecuatorianas. Como parte de su accionar, y como una iniciativa para fomentar el fortalecimiento de pequeños negocios o emprendimientos de mujeres en situación de vulnerabilidad, invitamos a todas a participar en el Concurso Mejora tu Emprendimiento II Edición.

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¿Quiénes pueden participar? 

Pueden participar mujeres emprendedoras que cumplan con el siguiente perfil:

  • Mujeres mayores de edad ubicadas en la provincia de Pichincha.*
  • Negocio con actividad económica mínima de 6 meses.
  • Núcleo familiar conformado por 2 o más personas.
  • Disponibilidad para capacitarse de forma presencial con un total de 14 horas.

Nota: Se aceptan postulaciones para mujeres extranjeras que tengan su documento de identidad vigente.

Pasos para la postulación:

  1. Si cumples con el perfil antes detallado, regístrate AQUÍ
  2. Con estos datos procederemos a enviarte una ficha socioeconómica a tu correo electrónico o número de WhatsApp.
  3. Descarga la ficha, llénala y envía a nuestro correo electrónico fundacion.bienestar@mutualistapichincha.com o al WhatsApp 099 372 3274 con el asunto “Postulación -Nombre de la postulante-”, por ejemplo “Postulación Cristina León”.
  4. Y listo! Te enviaremos la confirmación una vez revisado tu perfil.

Cronograma:

Postulación: del 14 de septiembre hasta el 2 de octubre de 2023.

Capacitación: 16 al 26 de octubre de 2023. Horarios de 16:00 a 18:00.

Premiación: 15 de noviembre de 2023.

Premios:

  • Primer lugar: $ 1.000
  • Segundo lugar: $500
  • Tercer lugar: $300

Impedimentos para participar:

No son elegibles para participar quienes pudieran estar en una posición ventajosa o influir en la decisión del jurado, ni quienes tengan cualquier otro conflicto de intereses con respecto al programa.

Esto se aplica en particular a todos los miembros del jurado e invitados, así como sus cónyuges, familiares en primer y segundo grado o miembros de su familia política, socios comerciales permanentes o de un proyecto en especial, y a sus superiores inmediatos y colaboradores. 

El personal de Fundación Bien-Estar se abstiene de participar en el evento. 

Los participantes, miembros del jurado e invitados, otorgan su consentimiento a las condiciones descritas en las bases que inician sus actividades como participantes o contribuyentes del concurso.

Publicidad e imagen: Al participar en este concurso las postulantes libre y voluntariamente aceptan que sus fotografías, videos e información sobre sus personas y emprendimientos, sean usadas para fines de promoción y publicidad del evento. Esta información no tendrá fines comerciales y será usada como parte de la comunicación informativa y educativa.

Si tienes alguna duda durante el proceso de postulación comunícate con nosotros al 022 979 300 ext. 19903 o a nuestro WhatsApp 099 372 3274.

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¿Te olvidaste de pagar las expensas de tu conjunto, edificio, condominio o urbanización?

Vivir en edificios, conjuntos, condominios o urbanizaciones, no siempre es sencillo. Uno de los inconvenientes que se presentan en el transcurso de los días, es la ardua tarea que tienen los administradores para poder cobrar las famosas expensas. Sin duda, es una de las actividades más complicadas dentro de un bien inmueble que se encuentra bajo el Régimen de Propiedad Horizontal.

Es importante mencionar que las expensas, nacen de una obligación legal determinada en el Reglamento General de la Ley de Propiedad Horizontal. En este sentido, el pago de las expensas no debe ser considerado como un “aporte voluntario” por parte de los copropietarios o peor aún que sea un rubro discrecional por parte del administrador. Por lo expuesto en líneas anteriores, las expensas son de obligatorio cumplimiento por cuanto representan una obligación y tienen como propósito cubrir cada una de las necesidades del bien inmueble. Entre las principales están el mantenimiento, seguridad, administración y limpieza de los bienes comunes, como así lo establece el artículo 20, literal i), del mencionado cuerpo legal.

Incumplir con el pago mensual del valor que corresponde como expensa, impulsaría a los copropietarios a través de una Asamblea General acordar y disponer a la administración, que ejecute todos los mecanismos de cobro, considerando también los intereses que se generarían por mora calculados en virtud de la tasa de interés activa vigente del Banco Central.

Por ende, en contra del “copropietario moroso” existiría la imposición de sanciones, desde un llamado de atención de manera verbal, imposición de multas de carácter económico o incluso llegar a enfrentar procesos extrajudiciales o judiciales para poder recuperar los valores adeudados, acciones que estarán amparadas en la Ley de Propiedad Horizontal, su Reglamento General, el respectivo Reglamento Interno y normativa vigente.

Por último, recuerda que como copropietario, gozas de los derechos que otorga vivir en propiedad horizontal, pero así mismo surgen obligaciones que se deben cumplir, una de ellas es el compromiso de pago puntual de las expensas, las mismas que brindarán la debida sostenibilidad financiera al condominio y permitirán mejorar su convivencia.

¿Te olvidaste de pagar las expensas de tu conjunto, edificio, condominio o urbanización?

Para más información en temas condominiales ingresa a: www.fundacionbienestar.org.ec

 

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¿Por qué es importante implementar buenas prácticas dentro de los condominios?

Pagar a tiempo las expensas, respetar el uso de los parqueaderos de otros vecinos, no colgar ropa en las ventadas del edificio; todas estas acciones, si bien ayudan a que la convivencia sea más llevadera dentro del condominio, no se constituyen en buenas prácticas. Son, únicamente, el cumplimiento más básico y elemental de la norma que regula a la propiedad horizontal. 

Cuando hablamos de buenas prácticas dentro de los condominios nos referimos a aquellas actividades replicables, positivas y sostenibles que los copropietarios, administradores y directivos ejecutan dentro del marco legal y que satisfacen necesidades colectivas a partir de la organización y trabajo comunitario.  

La implementación de buenas prácticas de convivencia en condominios es de vital importancia para fomentar un ambiente armónico y satisfactorio para todos sus residentes. Estas prácticas promueven el respeto mutuo, la tolerancia y la empatía, creando un sentido de comunidad sólido y fortalecido. Además, se fomenta un ambiente en el que cada individuo se sienta valorado y parte integral de la comunidad, contribuyendo así al bienestar general y a la armonía colectiva.

A propósito de este tema, la semana pasada, en Quito, se llevó a cabo el evento de premiación de la Segunda Edición del Reconocimiento Buenos Vecinos a las Buenas Prácticas de Convivencia. Esta iniciativa, organizada por Fundación Bien-Estar, busca premiar y difundir las buenas prácticas ejecutadas en condominios, conjuntos habitacionales y urbanizaciones, que evidencien una adecuada gestión organizativa, administrativa y la promoción de una buena convivencia y cuidado ambiental.

En esta edición, el ganador del primer lugar en la categoría “Buenas prácticas financieras y administrativas” fue el Conjunto Habitacional La Mena por su proyecto de brigadas de seguridad.  A su vez, el primer lugar en la categoría “Buenas prácticas en organización comunitaria y cuidado ambiental” lo obtuvo la Manzana 26 de Ciudad Bicentenario por su proyecto “Comuna Verde”, que consiste en la construcción de un huerto urbano orgánico y comestible. Las dos prácticas fueron las ganadoras por ser sostenibles, replicables y haber impactado positivamente en la calidad de vida de los vecinos.

¿Por qué es importante implementar buenas prácticas dentro de los condominios?

Estas buenas prácticas son un claro ejemplo del poder transformador de la organización comunitaria. Sin importar el tamaño de la comunidad ni de los retos que esta enfrenta, el primer paso para lograr una mejor calidad de vida de sus integrantes es entender que el cambio solo depende su decisión y compromiso colectivo.

Revisa más información en nuestra web: www.fundacionbienestar.org.ec o ingresa a YouTube y conoce las iniciativas ganadoras del reconocimiento «Buenos Vecinos»: https://youtube.com/@ecfundacionbienestar 

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¿Cómo cobrar las expensas efectivamente?

Cobrar las expensas es, sin lugar a duda, la gestión más delicada y demandante que está a cargo del administrador del condominio. Sobre todo, porque esta gestión no solo se limita a recibir el dinero de los condóminos, sino que comienza mucho antes con la elaboración de un presupuesto coherente con las necesidades del condominio y puede terminar en el inicio de las acciones legales en contra de los copropietarios morosos.

Para facilitar la gestión del cobro de las expensas, revisemos algunos consejos que pueden ser de mucha utilidad para realizar efectivamente esta tarea:

  • Sustenta el cobro y cuida la formalidad: Como sabemos, el cobro de las expensas nace de la obligación legal que tienen los copropietarios de contribuir al pago del mantenimiento, seguridad, administración y limpieza de los bienes comunes. Esto quiere decir que no es un “aporte voluntario”. Cuando vayas a cobrar, sustenta tu acción con las normas legales pertinentes para que el copropietario sepa que no se trata de algo discrecional. Asimismo, deja constancia del cobro mediante la entrega un recibo a nombre del copropietario.
  • No dejes pasar el tiempo. Cobrar a tiempo te permitirá mejorar tus probabilidades de éxito en esta gestión. Recuerda que debes cobrar las expensas dentro de los 10 primeros días de cada mes. Cada día que pase después del décimo día, tus probabilidades de cobrar van disminuyendo porque el copropietario va a perder el interés y porque la próxima expensa está por llegar y pueden acumularse haciendo la deuda aún más grande. Sé ordenado y programa tu cobranza a tiempo.
  • Sé cordial pero firme. Ten en cuenta que no vas a pedir un favor, estás haciendo que se cumpla una obligación. Como administrador debes ser respetuoso y cuidar mucho de la forma en la que abordas al copropietario, sin embargo, debes ser asertivo y firme en tu demanda de pago. El mensaje debe ser claro y no dejar ningún espacio de duda que haga creer al copropietario que puede pagar cuando quiera.
  • Cuida el dinero y recuerda tu papel. El administrador es el responsable de la custodia y del manejo prudente del dinero. Encárgate de que siempre esté en la cuenta bancaria del condominio y no dispongas de este como si se tratase una extensión de tus fondos propios. Además, ten en cuenta que si algo pasa con el dinero, tú, como administrador del condominio, eres legalmente responsable y podrías enfrentarte a procesos civiles e incluso penales.

Sabemos que la cobranza es difícil pero no imposible. Con orden y disciplina seguro adquirirás la capacidad de cobrar las expensas en mayor cantidad y en menor tiempo.

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¿Por qué es importante nombrar un buen administrador en el condominio?

Parecería una pregunta retórica, pero en la práctica es más común de lo que nos imaginamos el subestimar la importancia de elegir un buen administrador para nuestro condominio.

Además de ser el representante legal, el administrador cumple funciones tan variadas como medulares dentro de la comunidad de copropietarios.

Si quieres conocer porqué debemos tomarnos en serio el nombramiento del administrador, toma en cuenta lo siguiente:

Es quien maneja el dinero del condominio. El administrador es el encargado de cobrar las expensas y pagar a los proveedores del condominio. De él depende que los servicios comunales estén al día y que puedas disfrutar de ellos con normalidad. Asimismo, el administrador es quien lleva las cuentas del condominio y responde por el mal uso de los recursos.

Cumple y hace cumplir las normas. No solo ejerce las facultades definidas en el Art. 60 del Reglamento General de la Ley de Propiedad Horizontal, además se encarga de hacer que todos los copropietarios y usuarios cumplan con las normas del condominio.

Es el secretario de la asamblea. El administrador desempeña las funciones de secretario dentro de las sesiones de asamblea y directorio. Su trabajo no se limita a asistir a las sesiones; él es el encargado de que estas se desarrollen eficientemente y que lo resuelto quede instrumentado en actas conforme a la norma.

Prepara informes, presupuestos y propuestas de reglamentos. Su trabajo no solo es de ejecución. Además de llevar a cabo las disposiciones de la asamblea, el administrador pone a su consideración la información que esta necesita para tomar decisiones sustentadas y en beneficio de los copropietarios.

 Resuelve conflictos. Al ser uno de los órganos de administración del condominio, los copropietarios pueden acudir al administrador para ventilar un conflicto que requiera de un tercero neutral.

 Es quien toma las decisiones urgentes. En caso de una emergencia o un imprevisto, el administrador es el llamado a decidir sobre lo que debe hacerse sin esperar la aprobación de la asamblea o directorio.

Como pudiste ver, el administrador es una pieza clave en la organización del condominio. Antes de nombrar un administrador en tu condominio, recuerda todas las responsabilidades que este tendrá y que es necesario que cuente con suficiente formación y experiencia para asumir esta tarea.

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¿Cómo cuidar el procedimiento parlamentario dentro de las sesiones de la asamblea de copropietarios?

Siendo completamente honestos, debemos reconocer que llega a ser casi instintiva nuestra reacción de rechazo o malestar cuando nos enteramos de que hemos sido convocados a una sesión de asamblea de copropietarios. Si bien esto no es algo de lo que debemos sentirnos orgullosos, resulta compresible esta sensación si hemos sufrido experiencias incómodas en el pasado.

Desorden, gritos, peleas, insultos, reclamos, son las características de sesiones que no pudieron ser controladas desde un inicio. Y si a esto le sumamos la falta de consensos y resoluciones, lo único que se obtiene es una pérdida de tiempo.

Si ya estás cansado de que tus sesiones resulten así, sigue estos consejos para aplicar un procedimiento parlamentario que garantice una sesión eficiente y sin sobresaltos:

Comienza a tiempo: Si eres presidente o administrador, da seguimiento a la convocatoria enviada y pide a los vecinos que asistan puntualmente para conformar quorum e instalar la sesión a la hora señalada. Es una mala costumbre que los vecinos asistan siempre una hora después de la hora original para iniciar la sesión en segunda convocatoria. Esta práctica debe ser poco a poco desterrada de los condominios porque genera desorden y afecta a la participación de los vecinos.

Reglas claras: Define un protocolo claro para que puedas llevar a cabo tus sesiones de asamblea. Desde como pedir la palabra hasta el tiempo máximo de intervención por participante, estas reglas servirán para que prime el orden en las sesiones.

Si vas a presidir una sesión, hazlo bien: Si eres el presidente de la sesión toma en cuenta que el correcto desenvolvimiento de esta depende de tu liderazgo y capacidad de resolver conflictos. El presidente no es mejor por cuan carismático o condescendiente llega a ser, así que olvídate de querer ser amigo de todos. Un buen presidente es aquel que de forma asertiva y objetiva dirige una sesión respetando los derechos de los participantes y haciendo que se cumpla el orden del día en un ambiente de respeto y camaradería.

Respeta el debido proceso y ajústate a la norma: Recuerda que tu trabajo es velar que la norma se cumpla por todos, no de usarla discrecionalmente.  Una de las cosas que más desgasta la credibilidad de un presidente, y en general de toda la sesión, es la inequidad con la que se usa la norma. Desde la constatación del quorum hasta la redacción del acta, todo debe ser realizado en apego estricto a la norma.

Mociones y derecho de voz: Todos los copropietarios tienen el derecho de expresar sus ideas o requerimientos en la sesión de asamblea, sin embargo, esto no puede salirse del contexto del orden del día. Recuerda que, si presides una sesión, debes hacer que esta no se aleje de su objetivo principal. Monólogos de 10 minutos o más, así como acusaciones y réplicas descontroladas, son la tónica general de sesiones en las que el presidente no ejerce su labor correctamente. Recuerda que dentro de una sesión el presidente es quien comanda las intervenciones y hace que se respete el derecho de todos de escuchar y ser escuchados.

Recuerda que la forma en la que se llevan a cabo las asambleas dice mucho de la calidad de organización que tiene tu condominio. Síguenos para más consejos sobre cómo organizar tu condominio.

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¿Cómo mediar un conflicto entre vecinos dentro de un condominio?

Según el Capítulo VIII del Reglamento General de la Ley de Propiedad Horizontal, salvo los procedimientos específicos detallados en la norma de la materia, cualquier controversia que surja entre los copropietarios o usuarios de condominio pueden ser sometidos a un procedimiento conciliatorio verbal, breve y sumario, ante uno de los órganos de administración del condominio.

Siendo el administrador del condominio uno de los órganos, es necesario que quien ejerza esta función esté claro del papel que desempeñaría como promotor de acuerdos y de la resolución de conflictos vecinales.

Con este antecedente y, a propósito de la coyuntura que vive el país, revisemos algunos consejos para resolver un conflicto de manera eficaz y sostenible.

Dialogar es la base, pero no lo es todo: Partamos de que dialogar no es exponer mis caprichos y escuchar los caprichos del otro. Esta recurrente confusión es la causante del escalamiento del conflicto y de posiciones cada vez más cerradas.

En estos días hemos escuchado tantas veces la palabra “diálogo” que resuena en nuestras cabezas como un mantra. Desde todos los sectores se habla del diálogo y se lo pondera como una solución, cuasi mágica, a problemas estructurales cuya real cura necesita más que una mesa, dos sillas y buena voluntad. Cuando se trata de resolver un conflicto, dialogar deja de ser una acción concreta y se vuelve un proceso complejo y sistemático orientado a explorar opciones factibles y racionales que satisfagan las necesidades de las partes. Por ello, el sentarse en una mesa debe ser el resultado de acciones previas inteligentemente guiadas para llegar a presentar una propuesta que construya valor, confiando que la otra parte hará lo propio.

Preparar el terreno de la mediación: Antes de dialogar debemos haber preparado el terreno para que esto sea efectivo. Compromisos de dar, hacer o no hacer pueden ser los primeros actos de buena fe que se deben cumplir antes de llegar a una mesa. No asumamos que solo por el hecho de ponerse frente a frente las partes en conflicto van a solucionar sus problemas. Estas deben haberse demostrado mutuamente que tienen la intención de solucionar sus problemas y que están dispuestas a trabajar por ello.

No comprometas tu probidad como mediador: Si vas a intervenir como mediador debes cuidar que acciones sean, y se vean, siempre en beneficio del acuerdo y no solo de una de las partes.

La base de todo buen acuerdo es la confianza: Tanto entre las partes, como de las partes hacia el mediador, la confianza es la piedra angular sobre la que se construye un acuerdo. Si ya existe, cuídala. Si no, constrúyela. Recuerda que las partes no van a mediar entre ellas sin saber que pueden confiar la una en la otra. De igual forma, las partes en conflicto no permitirán que tú sigas mediando el conflicto si perciben un sesgo o mala fe de tu parte.

El mediar en un conflicto vecinal deber ser asumido con mucha responsabilidad y cuidado. Ten en cuenta que la calidad de vida de tus vecinos está en juego. 

 

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Acciones para fomentar una buena convivencia

Las relaciones sociales y, dentro de ellas, las relaciones vecinales constituyen uno de los aspectos que más inciden en la calidad de vida de las personas. Los ambientes en los que nos desenvolvemos, así como las personas con quienes compartimos nuestro tiempo y nuestros espacios influyen positiva o negativamente en el desarrollo de nuestras actividades y, en muchos casos, determinan la satisfacción que sentimos respecto a la vida.

Fuera de los ambientes laborales, nuestra casa o departamento es el espacio en el que mayor tiempo pasamos y nuestros vecinos son las personas con quienes, nos guste o no, compartimos el día a día. Por esta razón, lograr mantener una convivencia saludable dentro de los condominios y conjuntos habitacionales resulta fundamental para contribuir a mejorar nuestra calidad de vida.

Alineados a nuestro propósito de construir comunidad alrededor de la vivienda y con el objetivo de contribuir a lograr espacios de sana convivencia, desde Fundación Bien-Estar en esta ocasión te presentamos algunas recomendaciones para fomentar una buena convivencia vecinal:

Participa en las actividades condominiales, como reuniones, asambleas, mingas o actos sociales y culturales. Estos espacios promueven la interacción entre vecinos y permiten conocer a las personas con quienes convives. Estrechar los lazos vecinales, a su vez, genera empatía entre las personas, facilita la resolución de posibles conflictos y promueve espacios más seguros para todos.

Informa con anticipación sobre las actividades que vayas a realizar y que puedan afectar a tus vecinos de alguna manera. Tales como: obras de remodelación o reuniones en las que causarás ruido.

Modera los ruidos y evita la contaminación sonora innecesaria. Toma en cuenta que dentro de tu condominio viven personas mayores o enfermas y niños pequeños que necesitan descansar.

Sé responsable con la tenencia de tus mascotas. Los animalitos llegan a formar parte de la familia y su educación y buen comportamiento son de tu absoluta responsabilidad. Enséñales a no hacer ruido, recoge sus desechos y paséalos siempre con correa para evitar accidentes o molestias a otras personas de tu condominio.

Cuida las áreas comunales de tu edificio o conjunto habitacional. Recuerda que estos espacios son de todos y, por tanto, además del derecho a utilizarlos, también compartes la responsabilidad de mantenerlos.

Practica buenos modales y la amabilidad con todos tus vecinos, en especial con las personas de la tercera edad y con quienes posean alguna discapacidad. Sé un buen vecino y mantente siempre dispuesto a colaborar y prestar ayuda a quien lo necesite.

Paga puntualmente las expensas y cuotas establecidas en tu edificio o conjunto habitacional. El pago puntual de estos rubros permite a la Administración desempeñar su trabajo para el buen funcionamiento de todo el condominio.

Involúcrate en las actividades condominiales, colabora con la directiva y administración, propón alternativas de solución a los problemas existentes y, en general, mantente atendo y dispuesto a colaborar para contribuir al buen desempeño de la vida en el condominio.

El cumplimiento de estas sencillas pero importantes acciones promueven el desarrollo de relaciones saludables entre vecinos y facilitan la buena convivencia dentro de los conjuntos habitacionales o condominios. Recuerda que al vivir bajo el régimen de propiedad horizontal compartes derechos, pero también obligaciones y lograr espacios de buena vecindad es responsabilidad de todos los copropietarios.

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¿Cómo enseñar a los niños a ser buenos vecinos?

La convivencia dentro de un condominio es uno de los aspectos que más influyen en la calidad de vida y en la experiencia vecinal de las personas. Al mudarnos de casa o departamento tenemos conocimiento respecto al inmueble que hemos comprado o alquilado, sus características, servicios, ubicación, etc., pero desconocemos por completo sobre la dinámica comunitaria y las relaciones vecinales con las que tendremos que lidiar y bajo las cuales deberemos adaptar nuestra vida. En artículos anteriores hemos abordado el tema de la convivencia entre vecinos, las formas de evitar o resolver conflictos, sobre los derechos y las obligaciones que adquirimos al vivir bajo el régimen de propiedad horizontal, entre otros. En esta ocasión, desde Fundación Bien-Estar queremos dedicar este post a los vecinos más pequeños, los niños que viven dentro de un condominio.

Al igual que las personas adultas que habitan en un conjunto residencial o condominio, los niños tienen derechos y obligaciones y están sujetos a las mismas normativas de convivencia. Por esta razón es muy importante que desde pequeños reciban la guía adecuada para normar su comportamiento y adaptarlo a la convivencia con sus vecinos.

Con este objetivo, a continuación te presentamos algunas sencillas recomendaciones que te ayudarán a guiar el comportamiento de tus niños dentro del condominio para que se conviertan en buenos vecinos. Enséñales a:

  • Respetar las normas establecidas en el condominio, tales como, respetar los espacios privados, cuidar los espacios comunes, utilizar adecuadamente las instalaciones, colocar la basura en su lugar, pasear a las mascotas con collar y recoger sus desperdicios, etc.
  • Evitar el ruido. Los niños, por naturaleza, son ruidosos, pero deben comprender que sus acciones afectan a las otras personas y el ruido excesivo constituye una falta de consideración para con sus vecinos. Explícales que dentro del edificio pueden haber personas enfermas o bebés que necesiten silencio para descansar.
  • Colaborar y participar en las actividades comunitarias, sean de limpieza, adecentamiento o socialización. Estas actividades permiten estrechar los lazos vecinales y crear vínculos entre los niños y las personas de su entorno, de esta manera se construyen espacios y relaciones más seguros para todos.
  • Ser cordiales y comedidos. Dentro del condominio, al igual que en las demás instancias de la sociedad, deben practicarse las normas básicas de educación y cortesía. Como por ejemplo:
    • Saludar y despedirse, tanto de los vecinos como del personal que trabaje en el condominio (guardias, conserjes, administradores, etc.), solicitar con amabilidad y agradecer cuando se ha recibido algún servicio o favor.
    • Comedirse a ayudar en caso de que alguien lo necesite. Los niños pueden ayudar a sus vecinos mayores con pequeños favores como cargar paquetes livianos, abrir y/o cerrar puertas, subir o bajar gradas, etc.

Los niños forman parte importante de toda comunidad y una vez que han aprendido a respetar y cumplir las normas establecidas pueden convertirse en los mejores aliados para lograr una comunidad organizada.

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¿Qué hacer con los malos vecinos dentro de un condominio? Parte 2

Con esta segunda parte cerraremos con broche de oro este artículo haciendo una breve identificación de más perfiles de malos vecinos que habitan nuestro condominio. Leamos detenidamente su descripción para saber qué podemos hacer con ellos desde nuestro cargo de administrador:

El vecino contreras: Este vecino se opone a todo lo que se propone en el condominio. Y cuando me refiero a todo, es a todo. Sin distinguir si es bueno o malo, este vecino siempre va a encontrar un problema, real o imaginario, a cualquier iniciativa. Si bien la solución más sencilla puede ser no prestarles mucha atención a sus objeciones, el problema puede agravarse cuando sus inconformidades hacen eco en más vecinos. Para evitar que este vecino genere más problemas, es recomendable incluirlo estratégicamente en los procesos de toma de decisiones. De esta forma él será parte de las iniciativas y esto ayudará a que disminuya su oposición.

 El vecino tiburón sin miedo al éxito: Este vecino se caracteriza por querer hacer negocio de todo y con todos, lo cual, en estricto sentido no sería un problema siempre que esto no comprometa las finanzas del condominio. Por lo general, está muy pendiente de los procesos de contratación de bienes y servicios del condominio para, en el momento oportuno, desacreditar las propuestas presentadas y, en su lugar, ofrecer las suyas o “recomendar” a sus amigos. Asimismo, este vecino suele proponer trueques o “negocios” a la directiva o al administrador para compensar el pago de las expensas.  Para tratar con este vecino es preciso tener en claro que él siempre va a priorizar su beneficio propio por sobre el del condominio, por ello no es saludable tenerlo como proveedor. Para evitar esto, se recomienda que la asamblea apruebe un instructivo o emita una resolución en la que se normen los procesos de contratación y se establezcan concursos abiertos, transparentes y sin conflicto de intereses.  

El vecino de cristal: Este vecino es el vivo ejemplo de la extrema sensibilidad. No se le puede reclamar nada porque todo lo ve como una ofensa o una vulneración de sus derechos. Generalmente piensa que su accionar es perfecto y que todo el mundo debe estar consciente de ello y estar agradecido de tenerlo en el condominio. A menudo presenta reclamos escandalosos a la administración y empapela ascensores y carteleras con quejas e indirectas en contra de otros copropietarios. Se ve a sí mismo como el “deber ser” del vecino y condiciona o presiona al administrador para que las decisiones sean a su medida y beneficio. Este tipo de vecino suele compartir características con el “vecino abusivo” y el “vecino jurisconsulto” y su participación en las asambleas las vuelve largas y poco eficientes. Para tratar con este vecino es necesario tratarlo con respeto y cortesía, pero sin atenciones preferentes. El administrador debe procurar no caer en su juego y siempre tener en mente que su labor es la de procurar el beneficio común y no la satisfacción de un vecino en particular.

Seguro en nuestro condominio tenemos algunos de estos vecinos y en lugar de ignorarlo debemos saber cómo tratar con él. Recuerda que todos los copropietarios tienen derechos, pero también obligaciones, y que nuestro éxito como administradores radica en saber manejar el equilibrio entre estas dos. Nos vemos en una próxima entrega con más consejos para vivir mejor en comunidad.