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¿Por qué es importante participar en las actividades del condominio?

La convivencia en un condominio puede resultar una experiencia grata y enriquecedora para las personas que habitan bajo este régimen o, por el contrario, puede convertirse en un problema que afecte a la calidad de vida de muchos vecinos. Por esta razón, es indispensable que tanto la administración y/o directiva del edificio o conjunto habitacional, como sus habitantes, establezcan, cumplan y hagan cumplir normas claras que regulen la vida dentro del condominio. Para que estas normas sean respetadas por todos es necesario que las personas que conviven en estos espacios participen activamente de las decisiones y actividades condominiales, pues esto les permitirá sentirse más involucradas y motivadas para desarrollar y mantener una convivencia saludable con sus vecinos.

Con el objetivo de animarte a vincularte más con tu condominio, a continuación te presentamos algunas razones por las que tu activa participación es importante:

 

  • Desarrolla apropiación del espacio. Todo condominio tiene espacios comunes que pueden ser disfrutados por sus copropietarios. Sin embargo, para que estos espacios se mantengan en óptimas condiciones es necesaria la colaboración de todos. Si te sumas a las jornadas de limpieza y adecuación de estos espacios, te sentirás más comprometido con su mantenimiento.

 

  • Consolida relaciones vecinales. Tanto si has invertido en comprar un inmueble bajo el régimen de propiedad horizontal, como si arriendas uno, tus vecinos pasarán a formar parte del día a día de tu vida. Por esta razón es importante mantener con ellos las mejores relaciones posibles y los espacios para desarrollar y consolidar estas son las actividades comunitarias organizadas en el condominio. Conocer a las personas con las que compartes un espacio común te permitirá desarrollar empatía hacia ellas y quizá incluso duraderas amistades. Esto a su vez, facilitará la convivencia y el correcto funcionamiento del condominio.

 

  • Permite proponer soluciones. Muchos de los problemas condominiales podrían evitarse o solucionarse mediante la oportuna participación de sus habitantes, quienes pueden proponer ideas o incluso contar con los medios o contactos que permitan solucionar con eficiencia los inconvenientes o conflictos existentes.

 

  • Controla la administración. La mejor manera de velar por tus intereses y cuidar tu inversión es mantenerte al tanto del trabajo realizado por la administración de tu condominio. De esta manera, estarás informado sobre los movimientos financieros, el déficit o superávit existente y las posibles acciones a emprender en ambos casos.

 

  • Desarrolla acuerdos. Muchos de los conflictos entre vecinos podrían evitarse si en los espacios de participación, como asambleas o mingas, los vecinos exponen sus criterios y llegan a acuerdos en un ambiente más distendido y amigable.

 

  • La unión hace la fuerza. Los recursos económicos que maneja el condominio son limitados y no siempre son suficientes para cumplir con las aspiraciones de los condóminos. Sin embargo, la correcta organización entre vecinos puede suplir esas deficiencias y lograr resultados positivos. Por ejemplo, una comunidad organizada y participativa puede generar presión para lograr atención de entidades públicas y/o privadas, en el caso de necesitarlo; en otro caso, puede permitir la consecución de objetivos que el presupuesto del condominio no avanza a cubrir, como por ejemplo realizando alguna actividad solidaria (venta de artículos donados, rifas, venta de comida) que ayude a pagar la pintura y adecentamiento de los espacios comunes.

 

  • Construye espacios seguros. Tanto si el condominio cuenta con personal de seguridad privada, como si no, la activa participación de los vecinos y su organización comunitaria genera espacios más seguros para todos. De esta manera si tus hijos salen a jugar en las áreas comunes puedes tener la tranquilidad de saber que los vecinos más cercanos están atentos en caso de cualquier accidente o peligro. De la misma manera, si un vecino viaja y su casa o departamento queda vacío, tú estarás pendiente para evitar cualquier incidente en ausencia de tus vecinos.

 

Recuerda que una buena vecindad depende de lo que estás dispuesto a hacer a favor de tus vecinos. Si quieres tener una vida mejor en tu condominio, síguenos para más consejos. 

Elaborado por: Abg. Jonathan Gómez – Coordinador de producto

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Manejo de conflictos en condominios

La convivencia dentro de un condominio implica la coexistencia de diversas personas, cada una con costumbres, cultura y experiencias propias y diferentes; por tanto, la relación entre las distintas formas de pensar y de actuar, tarde o temprano, pueden derivar en el desarrollo de conflictos de distinta índole.

Un conflicto desatendido, por pequeño que pueda parecer inicialmente, puede generar consecuencias graves en el futuro. Por esta razón es importante atenderlos oportunamente y mediar para su pronta resolución con el fin de evitar que escalen a problemas mayores o, peor aún, deriven en acciones agresivas o situaciones violentas que serán mucho más difíciles de resolver.

De entre los diferentes tipos de conflictos que pudieran existir dentro de un condominio, la Administración tiene competencia en aquellos relacionados con la convivencia entre condóminos, el uso de las áreas comunes y el respeto y cumplimiento de los derechos y obligaciones de los copropietarios.

Debido a que los conflictos dentro de un condominio pueden surgir debido a expectativas o puntos de vista distintos, que no necesariamente implican infracciones a las normativas vigentes o actos ilegales, es indispensable que el administrador sepa manejarlos con empatía y neutralidad.

Con el objetivo de contribuir a la pronta resolución de conflictos dentro de condominios hemos preparado el siguiente listado de tips a aplicar en la mediación de disputas vecinales:

  • Identificar el problema. Para ello, los administradores deben conversar directamente con cada una de las partes y escuchar su versión sin dejarse llevado o influir por rumores o comentarios de terceros.
  • Discernir con objetividad las opiniones, criterios e intereses reales -evidentes u ocultos- de cada una de las partes en relación con el conflicto en cuestión.
  • Precautelar las relaciones vecinales. La solución del conflicto debe procurar no afectar las relaciones interpersonales de los involucrados. Por esta razón, es importante una actuación empática y oportuna.
  • Empatía. Para resolver el conflicto el administrador debe procurar generar empatía entre las partes conflictuadas solicitándoles a cada una ponerse en el lugar de la otra persona. De esta manera, cada vecino puede tomar consciencia de la afectación causada y/o del punto de vista de su contraparte.
  • Redactar una solución y presentarla por escrito a cada una de las partes con el objetivo de comprometerlas formalmente con el acuerdo.
  • Excepción. No todo es negociable. Existen acciones y/o actitudes reglamentadas legalmente, cuyo cumplimiento es obligatorio y no está sujeto a interpretaciones ni mediaciones.

Esperamos que estos pequeños consejos te ayuden a resolver pacífica y rápidamente los conflictos que pudieran existir en tu condominio.

Abg. Jonathan Gómez – Coordinador de producto

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¿Cómo normar el uso de las áreas comunes en el Reglamento Interno de Copropiedad?

Las áreas comunes de los condominios pueden ser indicadores muy elocuentes para medir la calidad de vida de quienes habitan un inmueble en propiedad horizontal. Con esto no me refiero a lo lujosos que pueden llegar a ser, si no a su estado de conservación, utilidad y forma de administración.

Una gestión descuidada o ineficiente de las áreas comunes, de parte de los copropietarios como de los administradores, puede tener impactos negativos tanto en las relaciones comunitarias como en el valor de reventa/alquiler de los bienes exclusivos.

Si quieres que el reglamento interno de tu condominio incluya normas que regulen adecuadamente las áreas comunes, sigue los siguientes consejos:

  • Si lo vas a regular hazlo bien. Si decidiste incluir en tu reglamento normas sobre el uso de un área común específica, debes hacerlo de tal forma que integres la mayor cantidad de regulaciones relativas a ese lugar. Por ejemplo, si ya identificaste como un problema la basura en las áreas verdes, también incluye disposiciones sobre las deyecciones de los animales, daño a árboles y jardineras, animales sueltos sin correa, prohibición de consumo de alcohol, entre otras.

 

  • Tómate el tiempo para redactar. Recuerda que el reglamento interno va a ser leído por muchas personas y que necesita ser muy claro para garantizar su eficiente aplicación. Para ello, usa correctamente el lenguaje para identificar los lugares, partes, objetos y acciones sobre las que vas a establecer una regulación. Si existe poca claridad o ambigüedad en tu reglamento, lo más seguro es que la norma será inaplicable, o peor aún, contraproducente.

 

  • Primero lo primero. Si vas a regular un proceso, comienza por el inicio. Por ejemplo, si quieres establecer el proceso de uso/alquiler de la sala comunal, comienza por definir quién es la persona que puede reservar su uso, qué condiciones debe cumplir para acceder a este derecho, horarios de uso, etc. Así, hasta terminar con las sanciones por daños y/o ejecuciones de garantías. Esta forma de redactar ayuda mucho a que el lector vea de forma secuencial las regulaciones a las que está sujeto.

 

  • Antes de normar ponte en el lugar del normado. A veces la intención de querer que todo sea perfecto o que funcione como un reloj hace que establezcamos regulaciones poco ejecutables. Para evitar esto, haz un juego de roles e identifica qué se puede regular sin afectar la eficiencia del proceso o el acceso al bien común.
  • A veces la mejor regulación es que no haya regulación. Cuando estás redactando tu reglamento interno y te das cuenta de que no avanzas porque caes en un bucle sin fin, es mejor dejarlo ahí. No te desesperes y replantea lo que quieres normar. En ocasiones, quitar el exceso de regulación es una mejor alternativa. Recuerda que tu objetivo es crear un reglamento interno y no una camisa de fuerza.

El reglamento interno es una herramienta muy útil para regular las áreas comunes. Sin embargo, el cambio de actitud sobre estos es la mejor forma de cuidarlos.

Abg. Jonathan Gómez – Coordinador de producto

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Los niños en el condominio

En este blog se ha hablado mucho de los conflictos que se generan dentro del condominio. Hemos tratado temas administrativos y profundizado sobre los aspectos legales de las decisiones y actuaciones de los copropietarios. En resumen, hemos dado consejos y soluciones para problemas de adultos, pero, en todo esto, ¿en dónde quedan los niños?

Los copropietarios, en su vertiginosa carrera por atender lo urgente, frecuentemente olvidan lo importante. Por ello, en esta edición hablaremos acerca de los niños en el condominio.

Si quieres que los niños de tu condominio tengan una mejor experiencia viviendo en comunidad, sigue los siguientes consejos:

  • Piensa en ellos al tomar decisiones. Las sesiones de asambleas generalmente están llenas de adultos discutiendo sobre quién tiene la razón. Incluso cuando estos debates giran alrededor de las áreas comunes que usan los niños, su criterio no es tomado en cuenta sino el del adulto que “cree” que su idea es la mejor para estos. Para hacer un ejercicio práctico pregúntate cuántas veces en tu condominio se les ha preguntado a los niños sobre la forma en la que quieren ver los espacios comunes.
  • No seas un mal ejemplo. Es alarmante el número de peleas y hechos de violencia que se generan en un condominio por desacuerdos entre vecinos. Algunos de estos son el resultado del escalamiento de un problema entre niños que no fue inteligentemente atendido. Evita ser de aquellos padres que, escudados bajo una “ferviente paternidad”, buscan resolver los problemas a golpes y escándalos. Si tu hijo tiene un problema con otro niño y crees que necesite de tu intervención, haz un acercamiento educado y prudente con el otro padre para buscar una solución.
  • Educa al niño y no tendrás que castigar al hombre. Esta frase la dijo Pitágoras hace más de 2000 años y hoy sigue tan vigente como en aquel momento. No esperes que los niños actúen de la forma en la que tú quieres si tú no has hecho nada para educarlo. Es fácil, e irresponsable, solo quejarse de los niños y sus travesuras. Contrario a la tendencia, es preciso que cada condominio destine tiempo y esfuerzos para educarlos y hacerlos sentir importantes dentro de la comunidad. Para ello, organiza una minga para que puedan ayudar en el cuidado de las áreas verdes; crea una pequeña biblioteca con libros infantiles donados por los vecinos; destina un porcentaje del presupuesto para adecuar un espacio más cómodo y funcional para los niños, entre otras iniciativas.

Recuerda que los niños son tan importantes dentro del condominio como lo eres tú, solo que su desventaja está en que no todos los escuchan. Si quieres que tu condominio sea un mejor lugar para vivir, piensa también en los niños al momento de actuar y tomar decisiones.

Abg. Jonathan Gómez – Coordinador de producto

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Las mascotas en el condominio

Cada vez es más común ver como perros y gatos se vuelven parte de nuestras familias. Contrario a lo que ocurría en el pasado, actualmente los animales de compañía tienen más acceso a espacios públicos y colectivos, habitan las zonas internas de nuestras viviendas y se han convertido en actores visibles dentro de nuestra comunidad.

Esta nueva forma de ver y tratar a los animales evidencia un claro avance en el reconocimiento de sus derechos. Sin perjuicio de este muy positivo cambio, el respeto hacia los animales y nuestros deberes para con estos sigue siendo una deuda pendiente de la sociedad.

Para conocer cómo cuidar a los animales domésticos dentro del condominio sigue estos consejos:

  • Las mascotas no son culpables. Nunca maltrates a un animal por haber cometido alguna travesura o por estar deambulando libremente por el condominio. Recuerda que los animales obran por instinto y que no actúan con maldad. Si las acciones de algún animal ocasionaron un perjuicio a ti o a un bien común, informa de este particular al propietario del animal para que responda por lo ocurrido.
  • Si no tienes tiempo ni disciplina, no tengas mascotas. Tener un perro en un condominio amerita mucha paciencia y trabajo. Para que un perro tenga un carácter apacible y un comportamiento tranquilo, y no se vuelva una molestia para los vecinos, su dueño debe dedicarle el tiempo suficiente para darle afecto, asearlo y hacer que socialice con otras personas y animales. Si piensas tener un perro para dejarlo en tu departamento encerrado y nunca sacarlo a pasear, es mejor que no lo tengas ya que es un trato, además de egoísta, irresponsable.
  • El que no te gusten las mascotas no te da derecho de impedir que tus vecinos tengan una. Nadie puede impedir que tengas una mascota en tu unidad vivienda. Sin embargo, si deseas tener una debes cuidar que esta cuente con las condiciones necesarias para una vida saludable. Es decir, no debes tenerla amarrada o abandonada en una terraza o balcón.
  • No olvides tus responsabilidades. Si vas a tener un perro en un condominio, este debe estar al día en sus vacunas y estar debidamente identificado con una placa que registre los datos de contacto del propietario. Asimismo, cuando lo saques a pasear, deberá usar siempre una correa y, en el caso de que ensucie cualquier área común o exclusiva, deberás limpiarla inmediatamente.

Las mascotas no son juguetes. Son seres vivos que merecen un trato respetuoso y lleno de amor. Cuídala y, en especial, cuida que tus acciones u omisiones como dueño no hagan que tu mascota la pase mal con tus vecinos. Cumple con tus obligaciones como dueño responsable y no olvides tus deberes como copropietario. 

Abg. Jonathan Gómez – Coordinador de producto

 

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¿Cómo redactar un acta de sesión de asamblea de copropietarios?

Es muy común que la mayoría de los esfuerzos de administradores y directivos estén centrados en convocar y llevar a cabo una sesión de asamblea. Sin embargo, todo el trabajo empleado puede verse opacado si al momento de redactar la respectiva acta pasamos por alto formalidades importantes. Si quieres mejorar el contenido de tus actas, sigue estas recomendaciones:

 

  • La verdad y nada más que la verdad. Aunque esto puede estar sobrentendido, las actas son la reducción a texto de lo que se dijo y/o se hizo en una sesión. Es decir, no se puede cambiar, añadir u omitir algo distinto a lo que realmente ocurrió. Recuerda que el acta no debe interpretar, mejorar o corregir, solo debe dejar constancia de lo que ocurrió y que fue relevante para el desarrollo de la sesión.
  • Incluye solo lo justo y necesario. Es frecuente que algunas de las intervenciones de los copropietarios dentro de las asambleas sean para expresar experiencias personales, malestares o anécdotas, que no tienen relación o no aportan al desarrollo del punto del orden del día. Cuando esto ocurra, no te desgastes transcribiendo con lujo de detalle dichas intervenciones. Recuerda que el acta recoge aquello que expresamente se solicita que conste en actas, lo medular de las exposiciones relacionadas a los puntos del orden del día y las resoluciones.
  • Apóyate en los anexos. Si dentro de los puntos del orden del día se tiene que presentar un informe, un balance o dar lectura a la correspondencia recibida, no transcribas este contenido al acta. En su lugar enlista lo más importante y señala que el contenido íntegro de dicho documento consta como anexo habilitante del acta. No olvides enumerar cada uno de los anexos.
  • Identifica claramente lo que se resolvió. El acta debe ser un documento de fácil lectura que le permita a cualquier persona entender qué se trató en la sesión de asamblea, y principalmente, qué fue lo que se resolvió. Para ello, es recomendable que la resolución adoptada esté escrita de tal forma que su ejecución y cumplimiento no estén sujetos a interpretaciones.
  • Cumple con las formalidades. Las actas de las sesiones de asamblea deben ser firmadas por el presidente y el secretario. Asimismo, debe constar la fecha de celebración y la hora a la que inicia y termina la sesión. Sin perjuicio de estos requisitos, el registro de asistencia de los copropietarios es parte integrante del acta.
  • Las actas son para siempre. Las actas del condominio recogen su historia, por ello deben ser archivadas con prolijidad. El encargado de tener las actas a su cargo, y bajo su responsabilidad, es el administrador.

Recuerda que las actas registran las decisiones de un condominio y que todos los copropietarios deben conocer su contenido. Ningún acta es secreta ni puede ser solo de conocimiento de algunos copropietarios.

Abg. Jonathan Gómez

 

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Pasos para celebrar una asamblea de copropietarios

En ocasiones, la necesidad de respuestas rápidas y eficientes a los problemas del bien bajo propiedad horizontal hace que administradores y directivos pierdan de vista la formalidad de los procesos internos del condominio. Las sesiones de asambleas no deben tratarse como reuniones de amigos; éstas son el espacio para el ejercicio de los derechos de voz y voto de los copropietarios, por ende, su desarrollo debe cumplir con ciertos requisitos que garantizan su eficacia jurídica. 

A continuación, revisaremos los principales pasos que deben seguirse para llevar a cabo una asamblea de copropietarios:

  • Paso 1. Constatación del quorum. A la hora señalada en la convocatoria, el presidente solicitará al secretario que constate el quorum. Si hay quorum (más de la mitad de las alícuotas del condominio) se instalará la sesión. Si no hay el número suficiente de copropietarios, el presidente instalará la sesión en segunda convocatoria, 60 minutos después de la hora convocada originalmente. Recuerda que la constatación del quorum no es un punto del orden del día, es una formalidad previa a la instalación de la sesión.
  • Paso 2. Lectura del orden del día. El presidente solicita al secretario que dé lectura al orden del día. Si la sesión se instaló en primera convocatoria, los copropietarios pueden mocionar para que se modifique el orden del día. Una vez aprobado el orden del día se procederá a tratarlo. Recuerda que si la asamblea se instaló en segunda convocatoria no se puede modificar el orden del día. En este punto también se suele dar lectura a la correspondencia recibida, si la hubiere.
  • Paso 3. Resolución de los puntos del orden del día. El presidente enunciará cada punto del orden del día y procederá a exponerlo y someterlo a votación. Este paso requiere de liderazgo y voz de mando por parte del presidente, especialmente para ordenar las intervenciones y no dejar que las discusiones de los condóminos afecten el normal desarrollo de la sesión. Las resoluciones deben ser claras, directas y aplicables. El secretario, por su parte, deberá incluir en el acta las resoluciones, lo más importante de las exposiciones y aquello que ha sido solicitado expresamente que conste en actas.
  • Paso 4. Redacción del acta. Una vez que se han tratado los puntos del orden del día, el presidente podrá dar un receso (10 – 15 minutos) para redactar el acta de la sesión. Cuando esté lista, el presidente dará lectura al documento y lo someterá a aprobación de la asamblea. El acta deberá ser firmada por el presidente y el secretario y tendrá como documento habilitante el registro de asistencia de condóminos que participaron en la sesión.
  • Paso 5. Sin más puntos por tratar, el presidente señala la hora y da por terminada la sesión.

Recuerda que, además de la asamblea en pleno, son dos los actores que participan en la dirección y desarrollo de una sesión: el presidente y el secretario. El presidente es quien dirige la sesión, ordena que se constate el quorum, solicita que se dé lectura al orden día, somete a votación los puntos del orden del día, da la palabra a quienes desean participar, establece puntos de orden y suscribe el acta de cada sesión, entre sus principales funciones. El secretario, por su parte, se encarga de todo lo operativo de la sesión. Da cumplimiento a lo solicitado por el presidente, redacta el acta y la suscribe.

Sigue estos pasos y lleva a cabo tu sesión de asamblea sin miedo a olvidar alguna formalidad importante.

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¿Es necesario conformar una directiva en mi condominio?

Tanto en el consultorio legal como en los distintos espacios de capacitación de Fundación Bien-Estar, esta pregunta es recurrente. Si bien la conformación de una directiva está muy arraigada a la costumbre, es preciso conocer cuándo es necesario, u obligatorio, contar con una. A continuación, les presentaré los puntos más importantes para tomar la decisión de conformar o no una directiva:

  • La directiva es un órgano de administración del condominio que tiene competencias claras y puntuales orientadas a facilitar y operativizar las decisiones y acciones dentro de él.
  • Según el Art. 32 del Reglamento General de la Ley de Propiedad Horizontal, los órganos de administración del condominio dependerán de las características de este. Es decir, será necesario con una directiva cuando se presenten las siguientes condiciones:
  • Si tu condominio fue edificado solo para vivienda (casas o departamentos) y no está dividido en bloques, torres, manzanas, etc., no es obligatorio conformar una directiva.
  • Sin embargo, si tu condominio esta constituido por torres, bloques, manzanas, ya sean para vivienda, vivienda-comercio o solo comercio, es necesario elegir una directiva. Cada una de estas secciones tendrán un representante en la directiva. De la misma forma habrá un representante por los comercios u oficinas.
  • Pese a esta clara disposición, hay muchos condominios que tienen una directiva sin estar incursos en las condiciones señaladas en el párrafo anterior. Esto, a primera vista, no se convertiría en un problema si para ello se consideran criterios de eficiencia, representatividad y necesidad. Por ejemplo, si tu condominio está compuesto por 10 unidades exclusivas (10 copropietarios) no sería una buena idea tener una directiva con 5 vocales ya que, para fines prácticos, una sesión de directiva estaría compuesta por la mitad de la asamblea, lo cual no ayuda mucho a la operatividad. 

Una directiva debe convertirse en una instancia de control y apoyo para la administración y la asamblea, no en un órgano sin funciones claras que entorpezca el funcionamiento del condominio. Para evitar esto, es preciso definir el número adecuado de vocales, el alcance de sus competencias y la frecuencia de sus sesiones.

Recuerda que la directiva jamás podrá estar por encima de la asamblea y sus decisiones.

Espera las próximas entregas de este blog con más consejos sobre el régimen de condominios y su administración.

Por: Abg. Jonathan Gómez P.

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Las mujeres y la administración de condominios

La revolución industrial generó varios cambios económicos y sociales en el mundo, uno de ellos fue la separación entre lo público y lo privado. Estas nuevas esferas fueron delegadas a los roles femeninos y masculinos respectivamente. Fue así como las mujeres se encargaron de la reproducción inmaterial de la vida, lo que implicó ser “las guardianas de las buenas costumbres” y realizar las tareas del cuidado. Estas tareas no han sido vistas como una actividad que genere valor económico a las familias, sino más bien se consideraba una inactividad que no produce bienes de cambio y que está destinada a la satisfacción de necesidades elementales (Vega Montiel, 2007).

Los derechos a la educación, el trabajo y la propiedad, alcanzados por la lucha de las mujeres que conmemoramos cada 8 de marzo, ha ido modificando la participación de las mujeres tanto en la esfera pública como en la esfera privada. Las tareas del cuidado van dejando de pasar desapercibidas y empiezan a ser ejercidas por ambos géneros. La ruptura de estereotipos de género y el aumento de mujeres en posiciones de liderazgo y toma de decisiones es una de las huellas más visibles de este avance social.

Ya en la esfera local y limitando el análisis a lo relacionado con la propiedad horizontal, los datos sobre las personas inscritas en los cursos de Administración de Condominios ofrecidos por Fundación Bien-Estar, reflejan que las mujeres (66%) tienen mayor interés en formarse acerca de los temas administrativos condominales que los hombres (34%). Tomando en cuenta que el 49.7% de las mujeres en Ecuador son amas de casa, de las cuales el 29.4% viven en condominios o departamentos (INEC, Ecuador en Cifras, 2021), discurrimos que, entre los varios factores que pueden incidir en esta decisión, uno de los más relevantes es que las mujeres que son amas de casa identifican los problemas de convivencia y administrativos dentro de sus condominios con mayor facilidad y detalle.

Con estos antecedentes podemos concluir que la experiencia previa de una buena administración del hogar y el fortalecimiento de la convivencia sana dentro de casa, pueden ser fuertes motivaciones para que las mujeres repliquen estas habilidades en la esfera de lo comunitario/colectivo y así incentivar, desde el conocimiento teórico-conceptual y la práctica naturalizada, el fortalecimiento de buenos vecinos, condominios y sociedades.

Soc. Cristina León y Abg. Jonathan Gómez

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¿Cómo hacer correctamente una convocatoria a una sesión de Asamblea General de Copropietarios? II Parte

Continuando con el artículo anterior, seguiremos revisando algunos prácticos consejos para hacer una correcta convocatoria a una sesión de Asamblea de Copropietarios:

Calidad antes que cantidad. Con esto nos referimos que es preferible contar con pocos copropietarios asistentes con derecho a voto, a tener una asistencia masiva de condóminos inhabilitados para votar. Para tener más copropietarios en goce de todos sus derechos, previo a la celebración de la sesión de Asamblea haz una gestión de cobranza para que quienes estén en mora se puedan igualar en el pago de sus expensas y así puedan ejercer su derecho a voto.

  • Si no puedes ir, delega. En muchos condominios se impide la participación de arrendatarios (familiares, usuarios) en las Asambleas de Copropietarios, lo cual no es recomendable por cuanto la falta de asistencia a las sesiones es un mal común en todos los condominios. Si bien los llamados a reunirse en Asamblea son los copropietarios, la asistencia a estas sesiones por representación es complemente legal. Para instrumentar esta delegación es preciso acogerse a lo dispuesto en el Art. 40 del Reglamento General de la Ley de Propiedad Horizontal, es decir, que el copropietario dirija una carta al Administrador/Presidente en la que conste su identificación y la de la persona que va a participar en la sesión, en su lugar.

  • La convocatoria escrita no es suficiente. Como ya lo señalamos en la primera parte de este artículo, la convocatoria debe seguir el proceso definido en el Art. 37 del Reglamento General de la Ley de Propiedad Horizontal. Sin perjuicio de ello, con el fin de garantizar la mayor asistencia de copropietarios a la sesión de Asamblea, debes reforzar la convocatoria con recordatorios utilizado otros canales de comunicación, como mensajes de texto, grupos de difusión, carteleras, chats grupales de redes sociales, entre otros. Recuerda, estos canales no reemplazan a la convocatoria formal, pero son herramientas prácticas que te ayudarán a darle seguimiento y fuerza.

Esperamos que estos consejos te sean de utilidad para poder convocar de manera eficiente a tu próxima sesión de Asamblea de Copropietarios. Sigue este blog y no te pierdas de más recomendaciones sobre el régimen de propiedad horizontal.