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Niños en los condominios en época de Covid-19

Durante la emergencia sanitaria que vivimos a causa de la pandemia de Covid-19, el confinamiento y aislamiento social han sido las estrategias más eficientes para detener la propagación del virus. Si bien estas estrictas medidas han dado resultados positivos para evitar más contagios, su aplicación genera también consecuencias físicas y psicológicas negativas en las personas, principalmente en los grupos de población más vulnerable, siendo uno de ellos, los niños.

Es justamente de este grupo prioritario que hablaremos en el presente artículo, pues, poco se ha abordado sobre las consecuencias que el aislamiento y distanciamiento físico provocan en los más pequeños. Para quienes tienen la fortuna de acceder a espacios abiertos propios, como patios y/o terrazas, el encierro puede ser más fácil de sobrellevar. Pero, para los niños que viven en conjuntos habitacionales y condominios, la realidad es muy diferente y puede llegar a ser difícil de manejar.

Como sabemos, los bienes comunes de los condominios, como salas comunales, gimnasios, piscinas y juegos infantiles, son lugares de potencial contagio. Por esta razón, y con el objetivo de precautelar la salud, es recomendable que los copropietarios (incluidos los niños) no utilicen ni accedan a estos espacios. Y si bien el semáforo cambió a amarillo en muchos cantones, es preciso permanecer en casa lo más que podamos, como la mejor forma de evitar contagiarnos.

Por esa razón, te presentamos algunas ideas y alternativas que puedes aplicar para ayudar a tus niños a sobrellevar y superar el tiempo de aislamiento:

  • Dedícales tiempo de calidad. Es importante darles tiempo y brindarles atención, conversar con ellos, escuchar sus opiniones, ideas y sentimientos. Ellos, como todos los demás, necesitan desahogarse y si no les brindas el espacio y tiempo adecuados para hacerlo, muy probablemente modificarán de forma negativa su comportamiento.

  • Ayúdalos a hacer sus tareas escolares. En estos momentos más que nunca, los niños necesitan de la guía y acompañamiento de una persona mayor para cumplir con sus actividades escolares. Muchos deben adaptarse a nuevas plataformas digitales y todos deben acostumbrarse a nuevos horarios y metodologías. Sentirse acompañados les ayudará a aceptar estos cambios con mayor facilidad.

  • Establece horarios. El hecho de que no acudan físicamente a la escuela no significa que deban perder sus rutinas. Es muy importante que establezcan tiempos fijos para cada una de sus actividades, tanto desde la hora de despertarse, bañarse, comer, estudiar y jugar.
  • Incluye a los niños en el desarrollo de las tareas del hogar. A ellos les encanta sentirse incluidos, además, es una forma de ayudarlos a ocupar su tiempo y su atención. Las actividades que les asignes pueden ser muy sencillas, dependiendo de la edad que tengan, pero será importante que asuman pequeñas responsabilidades que los mantengan ocupados y ayuden a gastar su energía.

  • Recompensa su buen comportamiento. Los niños, igual que los adultos, sufren estrés y las circunstancias actuales pueden agravar esa condición. Por eso es importante que los animes con incentivos cuando realizan a tiempo y adecuadamente sus tareas, ya sean escolares o las que les has asignado en el hogar. Pueden ser pequeñas golosinas o tiempo para jugar videojuegos o ver televisión.
  • Respecto a la televisión, procura limitar el tiempo que tus niños pasan frente al televisor y asegúrate de que los contenidos que consumen sean beneficiosos para ellos.

  • Usa juegos de mesa. Estos resultan una excelente alternativa para compartir tiempo en familia y entretener a los niños. Además, muchos de estos juegos están diseñados para desarrollar o potenciar habilidades y destrezas en los más pequeños.

  • Enséñales a cocinar algo sencillo. Participar en la cocina los hará sentirse útiles, los entretendrá y desarrollará nuevas habilidades.
  • Inculca el hábito de la lectura. A los más pequeños puedes leerles cuentos o historias cortas y con los más grandes puedes establecer un horario para leer juntos. Luego pueden comentar sobre lo que cada uno está leyendo, o simplemente acompañarse mientras dedican tiempo a esta importante actividad que, además de enriquecer sus conocimientos, desarrollará habilidades intelectuales y mejorará su concentración y retentiva.

Sea cual sea la actividad o actividades que decidas realizar y compartir con los niños de tu casa, ten presente que lo más importante es lograr que se sientan atendidos. Esto mejorará su sensación de seguridad y los ayudará a superar el periodo de aislamiento con mayor facilidad. Recuerda que, aunque implique aumentar esfuerzos, es mejor que los niños permanezcan dentro de sus casas o departamentos y salgan el menor tiempo posible a espacios concurridos.

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¿Cómo afrontar la nueva normalidad dentro de los condominios?

En los últimos días, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) definió las nuevas medidas que regularán, a nivel nacional, el sistema de semaforización aplicado para contener la propagación del COVD-19.

Más allá de evaluar si estas son o no acertadas, desde la administración de condominios debemos prepararnos para evitar que este cambio afecte el control biosanitario logrado dentro de nuestros edificios o conjuntos residenciales.

Recordemos que el cambio de color en el semáforo no es una invitación para descuidar las medidas sanitarias adoptadas al inicio de esta pandemia. Al contrario, si se permite una mayor circulación de personas y vehículos, el riesgo de contagio podría ser mayor.

Para evitar que el cambio de color en el semáforo afecte a nuestro condominio, toma en cuentas las siguientes recomendaciones:

  • No bajar la guardia. Es preciso mantener los protocolos sanitarios tomados al inicio de esta emergencia. La desinfección, el distanciamiento físico y el evitar las áreas comunes deben seguir siendo las reglas de oro dentro del condominio.
  • Retomar poco a poco las tareas pospuestas. En el caso de haber suspendido la jornada laboral de los trabajadores, o se haya pactado un horario diferente por la restricción de movilidad impuesta al inicio de la emergencia sanitaria, las nuevas medidas pueden ser la oportunidad para revisar estos acuerdos con el fin de retomar paulatinamente las principales actividades de conserjería y mantenimiento. Es importante seguir priorizando las tareas, dando énfasis a las de limpieza y desinfección de los espacios de mayor tránsito y riesgo de contaminación: cabinas de ascensores, puertas principales de ingreso, pasamanos, recibidores, etc.

  • Cuida al personal del condominio. Además de la dotación de insumos de limpieza y desinfección, la administración debe proveer al personal del condominio del equipo necesario para que este pueda realizar su trabajo sin riesgo de contaminación. Procura establecer protocolos de ingreso y salida del personal como: desinfección o cambio de ropa al llegar al edificio, control de temperatura, uso permanente de mascarilla dentro del edificio, etc.

Si bien las nuevas medidas serán más flexibles en cuanto a movilidad y desarrollo de actividades económicas y sociales, la gravedad de la pandemia está lejos de ser superada. Recuerda que es tiempo de priorizar nuestras responsabilidades y asumir el papel de actores propositivos dentro de nuestros edificios y conjuntos residenciales. Saldremos de esta emergencia juntos, como condominio, como comunidad.

 

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Cuidados que debemos tomar dentro del condominio ante el Covid-19: Parte 2

Continuamos con nuestras recomendaciones para aplicar dentro del condominio. En este artículo revisaremos algunas de las inquietudes que tienen nuestros lectores sobre la administración de condominios durante la emergencia sanitaria causada por el COVID-19.   

Al igual que en los artículos anteriores, queremos aclarar que ni la Ley de Propiedad Horizontal ni su Reglamento General tienen disposiciones expresas que puedan normar la conducta de los condóminos en emergencias sanitarias de esta magnitud. Por ello, apelamos directamente al sentido común, a la empatía y a la responsabilidad de cada vecino para salir de esta tragedia fortalecidos como comunidad.

  • Toma de decisiones. Dada la coyuntura sanitaria actual, las decisiones oportunas y responsables dentro de los condominios son indispensables para evitar que estos se vuelvan focos de contagio de COVID-19. Sin embargo, es preciso que estas decisiones no sean arbitrarias, abusivas, sobre dimensionadas, o peor aún, que lesionen derechos de los copropietarios y/o usuarios en general. En primer lugar, debemos recordar que las decisiones deben ser tomadas por los órganos de administración del condominio, es decir, el administrador, la directiva o la asamblea general; y, que el alcance de cada una de estas decisiones debe estar de acuerdo con sus respectivas competencias. Por ejemplo, el administrador no podrá por sí solo resolver el aumento o disminución del valor de las expensas, ya que esta es una competencia exclusiva de la asamblea general (Art. 45 literal “c” del Reglamento General de la Ley de Propiedad Horizontal). Asimismo, la asamblea general no necesita reunirse para tomar decisiones operativas, tomando en cuenta que para ello está el administrador (Art. 60 literales “a”, “b” y “s” del Reglamento General de la Ley de Propiedad Horizontal).

Otro punto que debemos tener muy en cuenta es que las decisiones que se toman desde el condominio deben precautelar la seguridad de los copropietarios y ocupantes del inmueble declarado en propiedad horizontal, pero sin llegar a excesos o abusos, como impedir el acceso de vecinos a sus bienes exclusivos por razones de profesión, lugar de nacimiento, estado de salud o condición socio económica. Las decisiones del condominio deben estar orientadas a definir protocolos de bio seguridad, sanitización de áreas comunes, dotación de materiales e insumos de desinfección para el personal y, en especial, a crear una cultura de cuidado entre vecinos.

Dentro de una comunidad tan próxima como lo es el condominio, el miedo, el desconocimiento y la indiferencia pueden ser elementos muy peligrosos al momento de tomar decisiones. Estos factores hacen que seamos discriminatorios, abusivos o irresponsables, en su orden. Para evitar tomar decisiones equivocadas, antes de resolver cualquier cosa debes tener la certeza de tu competencia dentro de condominio y de que dicha decisión no vulnera ninguna disposición legal, ni atenta contra los derechos de copropietarios o usuarios. Para ello, ten a mano la Ley y el Reglamento de Propiedad Horizontal, el reglamento interno de tu condominio (si lo tiene), las resoluciones de las autoridades nacionales y locales, y las recomendaciones de las organizaciones de salud competentes.

Recuerda que las decisiones que se toman dentro del condominio no deben basarse en especulaciones o en mociones alarmistas. Estas necesitan tener una motivación legal y técnica que les permita ser defendidas en el caso del cuestionamiento de algún vecino.

Es tiempo de priorizar nuestras responsabilidades y asumir el papel de actores propositivos dentro nuestros edificios y conjuntos residenciales. Saldremos de esta emergencia juntos, como condominio, como comunidad.

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Las expensas condominiales y la emergencia sanitaria

Antes de entrar en materia, y al igual que en el artículo anterior publicado en este blog, es preciso aclarar que la legislación ecuatoriana vigente que regula el régimen de propiedad horizontal no contempla disposiciones expresas sobre la conducta de los condóminos en emergencias sanitarias. Por ello, apelamos directamente al sentido común, a la empatía y a la responsabilidad de cada vecino para salir de esta tragedia fortalecidos como comunidad.

La responsabilidad es uno de los valores que ha marcado la diferencia entre el éxito y el fracaso de las comunidades, frente a esta pandemia. Ahora más que nunca es imperativo el cumplimiento de nuestras obligaciones con nuestra familia, condominio y ciudad. Para quienes vivimos en condominio, una de estas obligaciones es pagar puntualmente las expensas. Como sabemos, este es un tema eficientemente abordado en la Ley de Propiedad Horizontal (Arts. 5, 13) y en su Reglamento General (Arts. 12 lit) c, 19, 26, 27), por lo que resumiremos su naturaleza en tres características principales: obligatoriedad, incondicionalidad y beneficio común.

Si partimos de un sentido estrictamente legal, la emergencia por el COVID-19 no ha cambiado el escenario jurídico sobre este tema, lo cual se traduce en que no podemos dejar de pagar puntualmente las expensas. Sin embargo, la realidad es más compleja y hay muchos factores sociales y económicos que deben ser considerados desde la Administración del condominio.

En este caso, el Administrador se ve en una disyuntiva que debe resolver con sabiduría y practicidad. Por un lado, existe la imperiosa necesidad de cubrir los gastos del condominio; por otro, la real y probada incapacidad de varios vecinos de pagar las expensas. Saber qué hacer exactamente dependerá de cada conjunto y del nivel de compromiso de sus vecinos. Sin perjuicio de ello, a continuación les dejamos ciertas ideas que podrían ser de ayuda:

  • Quien puede pagar no debe dejar de hacerlo. Algunos copropietarios no se han visto tan afectados como otros, y si bien sus ingresos pueden estar comprometidos, dicha afectación no les impide cumplir puntualmente con el pago de las expensas. Si somos parte de este grupo, sigamos pagándolas a tiempo y no nos dejemos llevar por la tentación de aprovecharnos de la situación y caer en mora injustificadamente. Recordemos que en estos momentos nuestro pago oportuno es vital para la sostenibilidad del condominio y, sobre todo, permite que las personas que trabajan para nosotros también puedan contar con su remuneración a tiempo (guardias, conserjes, jardineros, administradores).

  • Quien no puede pagar debe acordar un plan de pagos. Los vecinos que lastimosamente se ven afectados en mayor medida por esta emergencia sanitaria, y que por ende no pueden pagar sus expensas a tiempo, deben notificar este particular a la administración con el fin de establecer un plan de pagos. Este plan debe ser lo suficientemente cómodo para que pueda ser cumplido por el copropietario, pero sin afectar el punto de equilibrio financiero del condominio. La forma en la que se reestructure la deuda dependerá del valor de la expensa, del monto total de la deuda que será refinanciada, de la capacidad de recuperación económica del copropietario y de las necesidades de liquidez del condominio.

  • Diferenciar al copropietario que no puede pagar la expensa por esta emergencia del moroso recurrente. Es probable que en su condominio también exista ese vecino que, teniendo el dinero para pagar, no pagaba las expensas puntualmente. Y también es probable que ese mismo vecino quiera justificar su conocida irresponsabilidad con la emergencia sanitaria actual. En este caso, el Administrador deberá diferenciar los casos que obedecen a fuerza mayor, de aquellos que no. Esta diferenciación se hará evidente en las condiciones de los planes de pagos a los que cada uno acceda. Si bien es momento de solidaridad con los que menos tienen, también es oportuno ser firme con aquellos que buscan aprovecharse de las circunstancias.

  • Recurrir al fondo común de reserva. Si pese a los esfuerzos en el cobro de las expensas (incluida la cartera vencida), el condominio no puede llegar a un punto de equilibrio financiero, la Administración y la Asamblea podrían analizar la pertinencia y factibilidad de recurrir al fondo común de reserva, como una medida extrema para cubrir los gastos comunes urgentes que no han podido ser atendidos por este caso de fuerza mayor.

Tengamos en mente que estos momentos son difíciles para todos, y que por ello debemos esforzarnos por ser mejores vecinos, más solidarios, más responsables.

 

Saldremos de esta emergencia juntos, como condominio, como comunidad.

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Cuidados que debemos tomar dentro del condominio ante al Covid-19: Parte 1

Ahora que tenemos más tiempo en casa, quienes vivimos en condominios podemos sentir de primera mano la importancia de tener una comunidad organizada y una administración eficiente. Seguramente en los días anteriores a la emergencia sanitaria, muchos de los problemas del condominio nos parecían ajenos y sin importancia, ya que, como la mayoría de los vecinos, salíamos temprano a trabajar y regresábamos por la noche. En ese intervalo de 10 o 12 horas de ausencia, nuestra atención estaba en los problemas que asumíamos como urgentes (trabajo, compras, cuentas por pagar, etc.), relegando a los que ahora nos parecen importantes: nuestro casa, condominio y comunidad.

Esta pandemia de COVID-19 ha puesto a prueba nuestra capacidad de resiliencia y de adaptación al cambio, asimismo, ha dejado en evidencia nuestra débil disciplina para acatar normas de beneficio común.

Aunque resulte una obviedad para muchos vecinos, y un descubrimiento para muchos otros, el coronavirus no distingue si un espacio físico es público o privado, exclusivo o comunal. El virus, como el agente infeccioso microscópico que es, circulará libremente por cualquier lugar, si no tomamos medidas estrictas para impedir su propagación.

Antes de hablar de nuestras primeras recomendaciones para enfrentar al COVID-19 desde el condominio, queremos aclarar que ni la Ley de Propiedad Horizontal ni su Reglamento General tienen disposiciones expresas que puedan normar la conducta de los condóminos en emergencias sanitarias de esta magnitud. Por ello, apelamos directamente al sentido común, a la empatía y a la responsabilidad de cada vecino para salir de esta tragedia fortalecidos como comunidad.

  • Quédate en casa, no en las áreas comunes. Es imposible que hasta el día de hoy no hayas visto, leído o escuchado sobre la campaña global que promueve que las personas se queden en casa, como una medida eficiente para evitar la propagación del virus. Sin embargo, muchos de nosotros asumimos que la recomendación (obligación) consiste en no salir a la calle, al parque o al centro comercial. Con base en esta interpretación, se ha visto a muchos vecinos ocupar las áreas comunes de los condominios para hacer ejercicio y socializar. Esta acción, aparte de ser incoherente con el espíritu de las disposiciones nacionales y locales (quédate en CASA), es irresponsable con nuestra salud, la de nuestras familias y de la todos los copropietarios.

Toma en cuenta que los juegos infantiles, las máquinas de ejercicio, las sillas y demás bienes comunes son superficies en las que el coronavirus puede estar por varias horas antes de que te infecte. Recuerda que el hecho de que no veas a nadie más en esa área no quiere decir que nadie estuvo en ese lugar algunas horas antes.   Asimismo, piensa en que tú puedes estar contagiado de coronavirus y, sin saberlo o sin presentar algún síntoma, al acudir a estos espacios comunes estás propagando el virus afectando a tu comunidad.

Por eso, sigue la recomendación de quedarte en casa, lo que significa en tu área exclusiva (casa, departamento, suite, etc.) y, por tu seguridad y la de todos, tampoco salgas a las áreas comunes.

 

  • Ensucia menos, limpia más. En muchos condominios el servicio de conserjería se verá afectado por la restricción de la circulación dentro de las ciudades. Por ello, creer que se puede tener la misma rutina, aparte de inviable, resulta irresponsable. Toma en cuenta que los corredores y pasillos, si bien son espacios comunes por definición, te sirven a ti y a tus vecinos, por lo cual no está por demás organizarse para limpiarlos por días o áreas específicas.

Las cabinas de los ascensores son espacios de fácil contaminación, tanto por su espacio poco ventilado, como por el contacto directo con otras personas. Para evitar contagios, procura establecer reglas en el uso del ascensor, como: número máximo de personas por cabina (1 o 2 dependiendo del tráfico), no tocar la botonera directamente con las manos (usa un pañuelo desechable), coloca una alfombra con desinfectante para que los vecinos limpien su calzado antes de entrar, entre otras.

En estos momentos debemos inclinar un poco la balanza que define la relación entre derechos y obligaciones dentro de un condominio. Es tiempo de priorizar nuestras responsabilidades y asumir el papel de actores propositivos dentro nuestros edificios y conjuntos residenciales. Saldremos de esta emergencia juntos, como condominio, como comunidad.

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¿Un buen vecino se nace o se hace?

A ser un buen vecino se aprende, no se nace siéndolo. Se logra ser un buen vecino aplicando reglas y normas de conducta que favorecen la creación de hábitos de convivencia saludables y sostenibles en el tiempo. En términos generales, un buen vecino es aquella persona que se identifica con el lugar en el que vive y por ello actúa responsable y activamente con la comunidad que lo rodea.

Es muy común que exista una idea equivocada respecto a las características que distinguen a buen vecino. Generalmente, se asocia como positivo un comportamiento pasivo e indiferente. Es decir, a menudo se cree que un buen vecino es una persona que no participa, que se encierra en su casa o departamento, hace silencio, aguanta los abusos sin denunciarlos y, en general, es invisible para su comunidad. No molesta.

Sin embargo y muy por el contrario, un buen vecino es aquella persona que se siente parte de la comunidad de la que forma parte y por ello participa activamente en las decisiones y actividades del condominio o conjunto residencial en el que habita. Un buen vecino, se involucra e identifica con su comunidad, de esta manera, construye relaciones saludables y duraderas con las personas con quienes convive.

Importancia de la buena vecindad

Los vecinos son personas con quienes, queramos o no, convivimos a diario. Por eso es necesario desarrollar y mantener relaciones saludables que faciliten la convivencia del día a día, así como, que permitan afrontar de forma colaborativa los problemas comunes y apoyarse para encontrar soluciones mutuamente satisfactorias.

Adicionalmente, una buena relación vecinal estimula el desarrollo de empatía con las personas que nos rodean y genera un sentimiento de familiaridad. El sentirse parte de una comunidad permite asumir responsabilidades y compartir derechos y obligaciones con un objetivo de bienestar común. De esta manera, es posible desarrollar relaciones respetuosas e incluso lazos afectivos que permitirán afrontar eventualidades o emergencias de forma más efectiva y beneficiosa para todos.

Comportamiento de un buen vecino

Como se explicó en los párrafos anteriores, no se nace siendo buen vecino, sino que, se aprende a serlo por medio de la adopción de comportamientos y códigos de conducta que favorecen la convivencia y la buena vecindad. A continuación enlistamos algunos comportamientos concretos que podemos empezar a aplicar para mejorar como vecinos.

  • Pagar puntualmente las expensas, alícuotas, cuotas extraordinarias y demás valores de pago obligatorio que permiten mantener y administrar los espacios comunes del conjunto habitacional.
  • Colocar la basura en los lugares destinados para hacerlo y respetar los horarios establecidos para evitar contaminación o suciedad que puedan incomodar a los vecinos o a sí mismo.
  • Controlar y evitar hacer ruidos excesivos o innecesarios, principalmente en horas de la noche y madrugada. De esta manera se respeta la necesidad de silencio y tranquilidad que los vecinos necesitan en sus hogares.
  • Si tiene mascotas, actuar responsablemente con el cuidado de las mismas de manera que su presencia en el condominio no cause molestias a los vecinos. Para ello, por ejemplo, se debe recoger los desechos y educarlas para no hacer ruido.
  • Participar activamente en las reuniones y asambleas convocadas por la administración y/o directiva del condominio. De esta manera, se mantiene al tanto de las necesidades comunes y colabora para encontrar soluciones mutuamente beneficiosas para todos los vecinos.
  • Escuchar las necesidades de las otras personas, respetar los criterios distintos y procurar llegar a acuerdos.
  • Proponer iniciativas que puedan ayudar a mejorar la vida de toda la comunidad.
  • Asumir responsabilidades dentro del condominio. Evaluar las decisiones tomadas y proponer cambios o acciones correctivas si es necesario.

Recuerda empezar a aplicar los comportamientos explicados. Su práctica continua los convertirá en hábitos saludables para la convivencia dentro de tu conjunto habitacional o condominio. Ser un mejor vecino te beneficiará a ti y a tu comunidad. Desarrollando empatía para con tus vecinos desarrollarás también la capacidad de adaptarte a entornos nuevos, de respetar la diferencia y, en general, mejorará tus relaciones con las personas que te rodean.

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¿Por qué es tan importante pagar a tiempo las expensas del condominio?

¿Por qué debo comprar gasolina para mi auto? ¿Por qué debo cargar la batería de mi teléfono? Al principio podemos pensar que estas preguntas no tienen relación con el título de este artículo, sin embargo, vamos a ver que todas ellas tienen una respuesta común: “porque si no lo hago, no funciona”.

Un condominio se financia principalmente con el pago obligatorio y oportuno de una cuota mensual, llamada expensa, por parte de todos los copropietarios. Esta cuota es calculada en función de las alícuotas de copropiedad de los condóminos y del presupuesto elaborado para cubrir los gastos del condominio.

Tal como lo dice el Reglamento General de la Ley de Propiedad Horizontal, las expensas son indispensables y necesarias para la administración, conservación, reparación y seguridad de los bienes comunes e incluyen: gastos de administración, remuneración de conserjes y empleados del condominio, energía eléctrica y agua potable de las áreas comunes, seguridad, vigilancia, mantenimiento de ascensores, equipos, útiles de limpieza, reparaciones ordinarias del inmueble, de su equipamiento y combustibles para los equipos del condominio, y de su seguro.

Por ello, si no pago a tiempo mis expensas, es decir, dentro de los primeros 10 días de cada mes, estoy afectando al normal desenvolvimiento del condominio y generando un perjuicio a mis vecinos y también a mi familia. Por ejemplo, si no pago mi expensa a tiempo, el administrador del condominio no va a tener suficiente liquidez para cubrir completamente las facturas de agua potable comunal, de la empresa de seguridad, o el sueldo del conserje, etc.  Si en el mismo mes, otros vecinos no pagan a tiempo las expensas, el problema es mucho mayor ya que los servicios pueden ser suspendidos.

¿Por qué debo pagar las expensas del condominio?

Debe pagar las expensas mensuales porque es una obligación definida en la ley ante la cual no puede excusarse. Específicamente, dicha obligatoriedad está contenida en el Art. 5 de la Ley de Propiedad Horizontal y en el Art. 20 literal i) del Reglamento General de la Ley de Propiedad Horizontal.  Recuerde que en caso de mora, el cobro incluso puede ser realizado a través de un juicio ejecutivo o un proceso monitorio.

Tomemos en cuenta que si el vecino que se encuentra en mora del pago de sus expensas es demandado, este, además del pago de lo adeudado por las expensas, deberá pagar adicionalmente los intereses generados por la mora, multas (si se aplicaren) y los honorarios de su abogado patrocinador, sin perjuicio de que sea condenado al pago de los gastos en que incurrió el condominio para iniciar esta acción judicial. 

Adicionalmente y más allá de la obligación legal, debemos entender que el pago oportuno de las expensas es una obligación moral de cada copropietario para con el condominio y con sus vecinos. No veamos al pago de la expensa como una carga sino como el aporte justo para una mejor convivencia en comunidad.

Como podrá ver, es más fácil y barato pagar oportunamente sus expensas. Evítese molestias y cumpla puntualmente con sus obligaciones para con el condominio.

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Si busca una vivienda buena, bonita y barata, la propiedad horizontal puede ser su mejor opción

Ya sea por necesidad o inversión, el comprar una vivienda es un sueño que muchos queremos cumplir. Nos imaginamos desde la cantidad de habitaciones que deberá tener, hasta el color de las paredes. Queremos una vivienda linda e independiente, sin embargo, cuando comenzamos a analizar los hechos nos enfrentamos a una dura realidad: está fuera de nuestro presupuesto.

Si este escenario le resulta familiar, le invitamos a conocer un poco sobre el régimen de propiedad horizontal, el cual puede ser una buena opción para acceder a una vivienda económica, atractiva y de calidad.

¿Qué es la propiedad horizontal?

Es un régimen especial de propiedad que permite que un gran inmueble o proyecto inmobiliario (edificio, conjunto residencial, centro comercial) pueda dividirse en otras unidades más pequeñas (departamentos, casas individuales, locales) para que sean adquiridas por diversos dueños, quienes compartirán entre sí bienes comunes, con base en los derechos y obligaciones propios de este régimen legal.

¿Por qué optar por un bien bajo propiedad horizontal?

Además de contribuir a densificar ordenadamente a la ciudad, la propiedad horizontal vuelve más eficiente el uso que se le da al suelo, a los servicios básicos y al equipamiento urbano. En otras palabras, se aprovecha mejor el terreno, lo cual redunda en menor costo por metro cuadrado para el comprador. Por ejemplo, si usted quiere comprar un terreno para construir una casa de 90 metros cuadrados, lo más probable es que no encuentre uno vacante en el sector que usted quiere, y que, si lo encuentra, resulte excesivamente costoso. Sin embargo, si en ese lugar se decide hacer un edificio bajo el régimen de propiedad horizontal, un departamento de 90 metros cuadrados tendrá un valor mucho más accesible y contará con bienes y servicios comunes que complementarán los beneficios de su bien exclusivo.

De igual forma, en lo que se refiere a servicios, si usted tiene una vivienda independiente y decide contratar el servicio de seguridad de un punto de vigilancia, 24 horas, 7 días a la semana, este podría oscilar entre $2000 y $2500 mensuales. Cubrir el pago de este valor resultaría inalcanzable para una familia de ingresos promedio, si desea asumirlo solo por su cuenta. Sin embargo, en un condominio este valor es distribuido entre todos los copropietarios y se vuelve parte de la expensa ordinaria. Es decir, su familia podría contar con seguridad y pagar solo una fracción por este servicio. 

Puntos positivos de la propiedad horizontal

  • Optimiza el espacio físico de implantación y mejora la relación de precio por metro cuadrado.
  • Densifica el suelo y ayuda a un mejor aprovechamiento de la ciudad y su equipamiento.
  • Cuando es usada conforme a la planificación de la ciudad, ayuda a que no se siga expandiendo la mancha urbana de las ciudades y crea polos de desarrollo.
  • Facilita el acceso a la vivienda porque sus costos son menores.
  • Brinda servicios y comodidades que serían difíciles de acceder al estar bajo otro régimen de propiedad.
  • Crea un tejido social a partir de la convivencia.

Elementos que considerar antes de optar por un bien bajo propiedad horizontal

  • Los derechos que ejerce el propietario sobre su bien exclusivo (departamento, casa, local) están limitados a las disposiciones de la Ley y Reglamento de Propiedad Horizontal y al reglamento interno del condominio.
  • Para cubrir los servicios y el mantenimiento de las áreas comunes es necesario el pago oportuno de las expensas (cuotas mensuales).
  • La convivencia que se genera dentro de un condominio demanda un alto grado de responsabilidad, paciencia y empatía.

Adquirir un inmueble bajo propiedad horizontal, así como vivir en uno, es una excelente opción si nos comprometemos a ejercer y cumplir los derechos y obligaciones que regulan a este régimen. Anímese, haga cuentas y no pierda la oportunidad de adquirir su vivienda bajo propiedad horizontal.

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De vecinos a ciudadanos

La vivienda es el lugar en el que se desarrolla la vida familiar y personal de sus habitantes. Por ello, a su alrededor se desarrollan dinámicas con una fuerte carga humana y social que sobrepasa las relacionadas a sus características físicas y funciones estrictamente materiales. Ello conlleva también varias dificultades de convivencia con aquellas personas que, de un momento a otro, pasan a formar parte de nuestro día a día, los vecinos.

Por esta razón resulta tan importante atender la dimensión social alrededor de los proyectos de vivienda.

Beneficios del acompañamiento social

Entendida la familia como el núcleo de la sociedad y la vivienda como el núcleo físico de la ciudad, mejorar los comportamientos y actitudes vecinales, a largo plazo, se replicará en mejores comportamientos ciudadanos. Con esta premisa, Fundación Bien-Estar brinda asesoría y trabaja conscientemente en el desarrollo de relaciones estratégicas y sinergias que permitan a los habitantes de un condominio o conjunto habitacional conocer y hacer respetar sus derechos, así como también, cumplir y hacer cumplir los derechos de los demás.

Una convivencia sana se logra a partir de la toma de consciencia y respeto del otro. Las diferencias sociales y culturales, la poca o nula participación en la toma de decisiones dentro del conjunto habitacional, así como, la resistencia para asumir responsabilidades y compromisos son algunos de los principales problemas condominiales que pueden evitarse y resolverse por medio del trabajo de asesoría y acompañamiento social.

Comunidad y memoria.

La interacción vecinal constituye la base sobre la cual se consolidan las relaciones y lazos que unen e identifican a los miembros de un condominio o un barrio y estos permiten, a su vez, la creación de memorias individuales y colectivas.  

La creación de memoria es indispensable en los procesos de apropiación y empoderamiento de las personas para con el espacio físico que habitan. Por otro lado, el sentirse identificado con los demás permite reconocerse en ellos e identificar y diferenciar aquellos comportamientos que aportan a la comunidad y los que dificultan la convivencia. De esta manera, un vecino aprende a evitar las acciones que perjudican a la comunidad y a respetar la diferencia.

Del barrio a la ciudad

Para ser miembro de una comunidad es necesario adoptar los comportamientos de las personas que nos rodean. En este sentido, la importancia de construir y mantener relaciones vecinales saludables radica en que si se logra incentivar comportamientos positivos dentro del condominio, con el tiempo sus habitantes los adoptarán y convertirán en hábitos.

Estos comportamientos positivos, a su vez, se replicarán en otros espacios, primero en el barrio y, a escala más grande, en la ciudad, pues, todo individuo tiende a replicar su comportamiento fuera de la comunidad donde lo aprendió. Adicionalmente, la relación que existe entre derechos y obligaciones dentro de un condominio crea en los vecinos un sentimiento de responsabilidad compartida que, posteriormente, puede aplicarse en espacios más grandes como el barrio y, en última instancia, en la ciudad. De esta manera, una persona que aprende a ser buen vecino, tiende a comportarse como un buen ciudadano. Por ejemplo: si un vecino respeta los parqueaderos de su condominio, es muy probable que sea una persona que respeta las zonas de parqueo de la ciudad.

Cómo ser un buen vecino

Los comportamientos positivos de un buen vecino deben aprenderse. Para ello es necesario aplicar reglas y códigos de conducta que permitan la creación de hábitos saludables y sostenibles en el tiempo. En este proceso de aprendizaje y organización vecinal, el trabajo de acompañamiento social resulta indispensable, pues guía y asesora sobre diversas temáticas enfocadas a prevenir y resolver los problemas derivados de la convivencia.

Consciente de esta necesidad y con el objetivo de cumplir con su misión institucional, Fundación Bien-Estar, a través de su producto Acompañamiento social, brinda los servicios de: asesoría legal sobre temas de propiedad horizontal, talleres para una adecuada convivencia en sitio, cursos de administración de condominios y servicios enfocados en mejorar las relaciones vecinales y desarrollar hábitos de buenos vecinos.

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Fundación Bien-Estar, 15 años brindando acompañamiento social alrededor de la vivienda

La construcción de una vivienda o de proyectos habitacionales produce impactos sociales, ambientales y económicos importantes, tanto para las personas y empresas directamente involucradas, como para quienes habitarán esos espacios. Fundación Bien-Estar es una organización sin fines de lucro creada para atender la dimensión social relacionada a los proyectos de construcción de vivienda.

Acción social de Mutualista Pichincha

Creada por Mutualista Pichincha en el año 2004, con el objetivo de direccionar el trabajo socialmente responsable en favor de la comunidad, Fundación Bien-Estar ha centrado su accionar en dar asesoría y acompañamiento en los procesos sociales derivados y relacionados a la producción de soluciones habitacionales. Conscientes de la importancia e impacto positivo del acompañamiento social en los procesos de construcción, su labor está enfocada en lograr mejores relaciones vecinales que, a su vez, se repliquen a nivel de las ciudades.

Para cumplir con su misión institucional, Fundación Bien-Estar canaliza su accionar por medio de sus dos productos: Acompañamiento social y Educación financiera.

Acompañamiento social

Entendido como un proceso de formación y organización, el acompañamiento social supone múltiples beneficios para el desarrollo de las comunidades. Entre los impactos positivos que genera se encuentran el fortalecer las capacidades organizativas de los vecinos y el facilitar la solución pacífica y eficiente de conflictos derivados de la convivencia de las personas que comparten espacios comunes.

Por medio de su producto Acompañamiento social, Fundación Bien-Estar imparte talleres de capacitación y brinda el servicio de asesoría legal, tanto en temas de propiedad horizontal, como respecto a organización comunitaria. Trabajo que realiza permanentemente con administradores de condominios, copropietarios, constructores, asociaciones de vecinos y corredores inmobiliarios. Todo ello con el objetivo de contribuir al desarrollo de comunidades socialmente sostenibles, cuyas prácticas vecinales positivas se proyecten hacia espacios más grandes y se repliquen a nivel de toda la ciudad.

Educación financiera

Con el objetivo de atender a los dos principales ejes de negocio de Mutualista Pichincha, Fundación Bien-Estar ha incorporado a su cartera el producto de Educación financiera. Enfocado a dar asesoría sobre temas referentes al correcto uso y organización de las finanzas personales y familiares. Con este fin, desarrolla talleres de capacitación diseñados para llegar a públicos diversos sin distinciones de edad, género o nivel socio-económico. Las capacitaciones abordan temas relacionados al ahorro, inversión, endeudamiento y gasto.

Objetivos alcanzados

Durante estos 15 años de trabajo sostenido, Fundación Bien-Estar ha alcanzado los siguientes logros institucionales:

  • Más de 100 conjuntos habitacionales por medio de sus servicios de asesoría.
  • Más de 170 talleres de capacitación impartidos.
  • Más de 7 500 personas capacitadas en temas de educación financiera (desde el 2017).
  • Más de 10 000 beneficiarios indirectos.

Con el compromiso de seguir contribuyendo al desarrollo de comunidades socialmente sostenibles, Fundación Bien-Estar aspira incrementar el impacto positivo de su labor de acompañamiento social diversificando sus servicios y ampliando su área de cobertura hacia todo el país. Así mismo, implementará nuevos proyectos enfocados a lograr empoderamiento del espacio público, relaciones vecinales saludables y convivencia adecuada en espacios comunes.