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¿Un buen vecino se nace o se hace?

A ser un buen vecino se aprende, no se nace siéndolo. Se logra ser un buen vecino aplicando reglas y normas de conducta que favorecen la creación de hábitos de convivencia saludables y sostenibles en el tiempo. En términos generales, un buen vecino es aquella persona que se identifica con el lugar en el que vive y por ello actúa responsable y activamente con la comunidad que lo rodea.

Es muy común que exista una idea equivocada respecto a las características que distinguen a buen vecino. Generalmente, se asocia como positivo un comportamiento pasivo e indiferente. Es decir, a menudo se cree que un buen vecino es una persona que no participa, que se encierra en su casa o departamento, hace silencio, aguanta los abusos sin denunciarlos y, en general, es invisible para su comunidad. No molesta.

Sin embargo y muy por el contrario, un buen vecino es aquella persona que se siente parte de la comunidad de la que forma parte y por ello participa activamente en las decisiones y actividades del condominio o conjunto residencial en el que habita. Un buen vecino, se involucra e identifica con su comunidad, de esta manera, construye relaciones saludables y duraderas con las personas con quienes convive.

Importancia de la buena vecindad

Los vecinos son personas con quienes, queramos o no, convivimos a diario. Por eso es necesario desarrollar y mantener relaciones saludables que faciliten la convivencia del día a día, así como, que permitan afrontar de forma colaborativa los problemas comunes y apoyarse para encontrar soluciones mutuamente satisfactorias.

Adicionalmente, una buena relación vecinal estimula el desarrollo de empatía con las personas que nos rodean y genera un sentimiento de familiaridad. El sentirse parte de una comunidad permite asumir responsabilidades y compartir derechos y obligaciones con un objetivo de bienestar común. De esta manera, es posible desarrollar relaciones respetuosas e incluso lazos afectivos que permitirán afrontar eventualidades o emergencias de forma más efectiva y beneficiosa para todos.

Comportamiento de un buen vecino

Como se explicó en los párrafos anteriores, no se nace siendo buen vecino, sino que, se aprende a serlo por medio de la adopción de comportamientos y códigos de conducta que favorecen la convivencia y la buena vecindad. A continuación enlistamos algunos comportamientos concretos que podemos empezar a aplicar para mejorar como vecinos.

  • Pagar puntualmente las expensas, alícuotas, cuotas extraordinarias y demás valores de pago obligatorio que permiten mantener y administrar los espacios comunes del conjunto habitacional.
  • Colocar la basura en los lugares destinados para hacerlo y respetar los horarios establecidos para evitar contaminación o suciedad que puedan incomodar a los vecinos o a sí mismo.
  • Controlar y evitar hacer ruidos excesivos o innecesarios, principalmente en horas de la noche y madrugada. De esta manera se respeta la necesidad de silencio y tranquilidad que los vecinos necesitan en sus hogares.
  • Si tiene mascotas, actuar responsablemente con el cuidado de las mismas de manera que su presencia en el condominio no cause molestias a los vecinos. Para ello, por ejemplo, se debe recoger los desechos y educarlas para no hacer ruido.
  • Participar activamente en las reuniones y asambleas convocadas por la administración y/o directiva del condominio. De esta manera, se mantiene al tanto de las necesidades comunes y colabora para encontrar soluciones mutuamente beneficiosas para todos los vecinos.
  • Escuchar las necesidades de las otras personas, respetar los criterios distintos y procurar llegar a acuerdos.
  • Proponer iniciativas que puedan ayudar a mejorar la vida de toda la comunidad.
  • Asumir responsabilidades dentro del condominio. Evaluar las decisiones tomadas y proponer cambios o acciones correctivas si es necesario.

Recuerda empezar a aplicar los comportamientos explicados. Su práctica continua los convertirá en hábitos saludables para la convivencia dentro de tu conjunto habitacional o condominio. Ser un mejor vecino te beneficiará a ti y a tu comunidad. Desarrollando empatía para con tus vecinos desarrollarás también la capacidad de adaptarte a entornos nuevos, de respetar la diferencia y, en general, mejorará tus relaciones con las personas que te rodean.

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Fundación Bien-Estar, 15 años brindando acompañamiento social alrededor de la vivienda

La construcción de una vivienda o de proyectos habitacionales produce impactos sociales, ambientales y económicos importantes, tanto para las personas y empresas directamente involucradas, como para quienes habitarán esos espacios. Fundación Bien-Estar es una organización sin fines de lucro creada para atender la dimensión social relacionada a los proyectos de construcción de vivienda.

Acción social de Mutualista Pichincha

Creada por Mutualista Pichincha en el año 2004, con el objetivo de direccionar el trabajo socialmente responsable en favor de la comunidad, Fundación Bien-Estar ha centrado su accionar en dar asesoría y acompañamiento en los procesos sociales derivados y relacionados a la producción de soluciones habitacionales. Conscientes de la importancia e impacto positivo del acompañamiento social en los procesos de construcción, su labor está enfocada en lograr mejores relaciones vecinales que, a su vez, se repliquen a nivel de las ciudades.

Para cumplir con su misión institucional, Fundación Bien-Estar canaliza su accionar por medio de sus dos productos: Acompañamiento social y Educación financiera.

Acompañamiento social

Entendido como un proceso de formación y organización, el acompañamiento social supone múltiples beneficios para el desarrollo de las comunidades. Entre los impactos positivos que genera se encuentran el fortalecer las capacidades organizativas de los vecinos y el facilitar la solución pacífica y eficiente de conflictos derivados de la convivencia de las personas que comparten espacios comunes.

Por medio de su producto Acompañamiento social, Fundación Bien-Estar imparte talleres de capacitación y brinda el servicio de asesoría legal, tanto en temas de propiedad horizontal, como respecto a organización comunitaria. Trabajo que realiza permanentemente con administradores de condominios, copropietarios, constructores, asociaciones de vecinos y corredores inmobiliarios. Todo ello con el objetivo de contribuir al desarrollo de comunidades socialmente sostenibles, cuyas prácticas vecinales positivas se proyecten hacia espacios más grandes y se repliquen a nivel de toda la ciudad.

Educación financiera

Con el objetivo de atender a los dos principales ejes de negocio de Mutualista Pichincha, Fundación Bien-Estar ha incorporado a su cartera el producto de Educación financiera. Enfocado a dar asesoría sobre temas referentes al correcto uso y organización de las finanzas personales y familiares. Con este fin, desarrolla talleres de capacitación diseñados para llegar a públicos diversos sin distinciones de edad, género o nivel socio-económico. Las capacitaciones abordan temas relacionados al ahorro, inversión, endeudamiento y gasto.

Objetivos alcanzados

Durante estos 15 años de trabajo sostenido, Fundación Bien-Estar ha alcanzado los siguientes logros institucionales:

  • Más de 100 conjuntos habitacionales por medio de sus servicios de asesoría.
  • Más de 170 talleres de capacitación impartidos.
  • Más de 7 500 personas capacitadas en temas de educación financiera (desde el 2017).
  • Más de 10 000 beneficiarios indirectos.

Con el compromiso de seguir contribuyendo al desarrollo de comunidades socialmente sostenibles, Fundación Bien-Estar aspira incrementar el impacto positivo de su labor de acompañamiento social diversificando sus servicios y ampliando su área de cobertura hacia todo el país. Así mismo, implementará nuevos proyectos enfocados a lograr empoderamiento del espacio público, relaciones vecinales saludables y convivencia adecuada en espacios comunes.