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Prepárate para la asamblea general ordinaria de copropietarios

Además de las obligaciones y actividades propias de todos los meses, enero suele ser tener un nivel de exigencia adicional porque es muy común que en estas fechas los administradores y directivos comiencen a preparar todo para su asamblea general ordinaria de copropietarios.

Pese a que legalmente la asamblea ordinaria puede realizarse dentro de los tres primeros meses del año, hacerlo cuanto antes siempre será mejor. Por ello, para que tu sesión ordinaria sea un éxito, sigue estos consejos:

  • Asamblea organizada, asamblea exitosa. Hay asambleas que duran 3 o 4 horas y que no llegan a ningún acuerdo. Asimismo, hay otras que duran 30 minutos y se resuelve todo el orden del día. Si bien pueden existir elementos no previstos en cada caso, un factor determinante para lograr la eficiencia en estas sesiones es la organización. Con ello no nos estamos refiriendo a los aspectos logísticos mínimos como la convocatoria y la preparación de la sala comunal, si no a la debida anticipación para la elaboración y difusión de informes, presupuestos, balances y demás documentos que los copropietarios deben conocer. Es ineficiente, e incluso poco estratégico, que en la misma sesión se presente por primera vez el presupuesto y el informe de labores sobre los que los copropietarios tendrán que decidir en ese momento. Si eres administrador, envía con suficiente anticipación estos documentos para que puedas obtener la retroalimentación de los condóminos y llegar a la sesión con documentos conocidos y depurados.

  • Si no está escrito, no existe. Como administrador debes respaldar cada una de tus acciones y decisiones, por ello ten a mano los justificativos de los pagos, proformas, informes técnicos y de garantías, para poder responder a las preguntas de los copropietarios. Los condóminos pueden confiar en ti, pero basta que una vez no presentes respaldos reales de tus cuentas para que tu credibilidad y profesionalismo queden en tela de duda.

  • Ser bueno y parecer bueno. Puedes ser un excelente administrador, pero si los copropietarios no conocen todo lo que se ha hecho en el año, no van a mocionar (o respaldar) tu reelección. Informa periódicamente tus actividades y, al final de año, prepara un informe consolidado y objetivos de tu labor. Recuerda que más que por un carisma desbordante, un administrador es valorado por su eficacia y honestidad.

  • El presidente debe presidir. Aunque a primera vista parezca una verdad de Perogrullo, en la práctica sucede muy a menudo que el presidente de la asamblea no la preside. Con ello nos referimos a que no lidera la sesión ni hace que se respete el orden del día. La labor del presidente es vital para un correcto desarrollo de la sesión, pues vela que los puntos sean debidamente tratados y que la decisión de los copropietarios sea instrumentada a partir de un proceso democrático diligente, objetivo y transparente.

 Toma en cuenta estos consejos para que tu asamblea sea un éxito y puedas llegar a acuerdos inteligentes con los copropietarios.

 Autor:

Abg. Jonathan Gómez P.

Coordinador de producto

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¿Cómo hacer un Reglamento Interno de Copropiedad? Parte 1

Esta suele ser una de las preguntas más frecuentes en nuestros cursos y consultorio legal, por lo que hemos creído importante elaborar dos artículos con su respuesta.

Antes de entrar en materia es preciso dejar de creer que el reglamento interno es la solución (mágica) a todos los problemas del condominio. Muchos condominios aprueban un nuevo reglamento interno con esa esperanza y tristemente, más temprano que tarde, se dan cuenta que la anhelada solución no llega. Esto sucede porque la mayoría de los problemas del condominio están relacionados con actitudes/valores que no pueden ser regulados por una norma como, por ejemplo: deficiente de cultura organizativa, irresponsabilidad naturalizada, falta de compromiso y escaso sentido de pertenencia.

Si en tu comunidad han podido trabajar en estas actitudes y lo que quieres es tener más y/o mejores regulaciones propias para tu condominio, los siguientes consejos te serán de mucha utilidad:

  • Leer antes de escribir. Hemos visto como muchos copropietarios pierden el entusiasmo cuando les damos este consejo. Antes de comenzar a redactar un reglamento interno es indispensable que administradores, directivos y copropietarios lean atentamente lo que dice la Ley de Propiedad Horizontal y su Reglamento General. Esto les evitará serios problemas posteriores e impedirá que regulen lo que no deben regular o que lo regulen mal.

  • Prepara el terreno. Es imposible crear un reglamento interno sin atender previamente a los problemas directivos y administrativos del condominio. Sin perjuicio de otras gestiones, toma en cuenta las siguientes: haz una encuesta e identifica los principales problemas que se deben regular; promueve una campaña para mejorar la asistencia a las asambleas; comunica los objetivos y beneficios de un nuevo reglamento interno; emprende una fuerte gestión de cobranza para que los vecinos estén habilitados para votar en la asamblea; e, identifica a vecinos comprometidos y responsables para que participen en la construcción del reglamento.

  • Dale tiempo al tiempo. Roma no se construyó en un día y tampoco el reglamento interno de tu condominio. No esperes que el documento se redacte rápidamente y que después sea aprobado a la misma velocidad. Generalmente este proceso toma semanas o meses para ser perfeccionado. Recuerda que para que un reglamento interno sea de obligatorio cumplimiento debe haber sido aprobado por las 2/3 partes de los copropietarios, protocolizado en una notaría del cantón e inscrito en el Registro de la Propiedad respectivo.

 En el próximo artículo terminaremos de revisar los principales consejos para hacer tu reglamento interno de copropiedad.

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Conflictos y negociación dentro de los condominios. Parte 2

Como pudimos ver en el artículo anterior, los conflictos dentro del condominio necesitan de una gestión sea oportuna, objetiva y eficiente. A continuación, veremos más consejos para emplearlos en nuestro condominio:

  • Aprende a manejar el tiempo. Un elemento clave para la acertada gestión de conflictos es el factor tiempo. Si bien estos deben ser atendidos rápidamente, esto no quiere decir que se tiene que sacrificar prudencia por oportunidad. El administrador deberá identificar el mejor momento para hacer el primer abordaje y establecer con las partes los pasos subsiguientes para encontrar una solución al problema. Recuerda, el resolver un conflicto de forma apresurada puede darte un resultado contraproducente.

  • Menos es más. Si bien esta frase originalmente fue acuñada para la arquitectura (Mies van der Rohe), vamos a usarla para señalar que mientras más sencilla es la solución, mejor es su aplicación y resultado. Asimismo, con esta frase nos referimos a que debemos evitar a toda costa incluir más actores, más “gestiones”, más reuniones de las estrictamente necesarias. Mientras más simple mantengamos el escenario, más claras serán nuestras propuestas de solución.

  • Nada es personal. Si llegamos a quitarle la carga personal (emocional) al conflicto, seguramente conseguiremos una mejor solución en mucho menos tiempo. Para ello, es necesario que identifiquemos claramente la necesidad o afectación y que trabajemos en la forma de satisfacerla o remediarla sin llegar centrarnos únicamente en el responsable. Trabajar sobre los hechos y no sobre los “culpables” nos ayuda a no perder de vista lo que realmente buscamos. De igual forma, evita que nos distraigamos de nuestro objetivo por dejarnos llevar por revanchas o venganzas que no solucionan nada.

Los conflictos son inherentes a la vida en condominio y no hay una fórmula mágica que los evite o solucione inmediatamente. Una eficiente gestión de los conflictos influye directamente en la calidad de vida de la comunidad y en la forma de organización de los vecinos, por ello, no descuides tus habilidades blandas y mejora tu forma de resolver los problemas dentro de tu condominio.

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¿Cómo afrontar la nueva normalidad dentro de los condominios?

En los últimos días, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) definió las nuevas medidas que regularán, a nivel nacional, el sistema de semaforización aplicado para contener la propagación del COVD-19.

Más allá de evaluar si estas son o no acertadas, desde la administración de condominios debemos prepararnos para evitar que este cambio afecte el control biosanitario logrado dentro de nuestros edificios o conjuntos residenciales.

Recordemos que el cambio de color en el semáforo no es una invitación para descuidar las medidas sanitarias adoptadas al inicio de esta pandemia. Al contrario, si se permite una mayor circulación de personas y vehículos, el riesgo de contagio podría ser mayor.

Para evitar que el cambio de color en el semáforo afecte a nuestro condominio, toma en cuentas las siguientes recomendaciones:

  • No bajar la guardia. Es preciso mantener los protocolos sanitarios tomados al inicio de esta emergencia. La desinfección, el distanciamiento físico y el evitar las áreas comunes deben seguir siendo las reglas de oro dentro del condominio.
  • Retomar poco a poco las tareas pospuestas. En el caso de haber suspendido la jornada laboral de los trabajadores, o se haya pactado un horario diferente por la restricción de movilidad impuesta al inicio de la emergencia sanitaria, las nuevas medidas pueden ser la oportunidad para revisar estos acuerdos con el fin de retomar paulatinamente las principales actividades de conserjería y mantenimiento. Es importante seguir priorizando las tareas, dando énfasis a las de limpieza y desinfección de los espacios de mayor tránsito y riesgo de contaminación: cabinas de ascensores, puertas principales de ingreso, pasamanos, recibidores, etc.

  • Cuida al personal del condominio. Además de la dotación de insumos de limpieza y desinfección, la administración debe proveer al personal del condominio del equipo necesario para que este pueda realizar su trabajo sin riesgo de contaminación. Procura establecer protocolos de ingreso y salida del personal como: desinfección o cambio de ropa al llegar al edificio, control de temperatura, uso permanente de mascarilla dentro del edificio, etc.

Si bien las nuevas medidas serán más flexibles en cuanto a movilidad y desarrollo de actividades económicas y sociales, la gravedad de la pandemia está lejos de ser superada. Recuerda que es tiempo de priorizar nuestras responsabilidades y asumir el papel de actores propositivos dentro de nuestros edificios y conjuntos residenciales. Saldremos de esta emergencia juntos, como condominio, como comunidad.

 

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Las expensas condominiales y la emergencia sanitaria

Antes de entrar en materia, y al igual que en el artículo anterior publicado en este blog, es preciso aclarar que la legislación ecuatoriana vigente que regula el régimen de propiedad horizontal no contempla disposiciones expresas sobre la conducta de los condóminos en emergencias sanitarias. Por ello, apelamos directamente al sentido común, a la empatía y a la responsabilidad de cada vecino para salir de esta tragedia fortalecidos como comunidad.

La responsabilidad es uno de los valores que ha marcado la diferencia entre el éxito y el fracaso de las comunidades, frente a esta pandemia. Ahora más que nunca es imperativo el cumplimiento de nuestras obligaciones con nuestra familia, condominio y ciudad. Para quienes vivimos en condominio, una de estas obligaciones es pagar puntualmente las expensas. Como sabemos, este es un tema eficientemente abordado en la Ley de Propiedad Horizontal (Arts. 5, 13) y en su Reglamento General (Arts. 12 lit) c, 19, 26, 27), por lo que resumiremos su naturaleza en tres características principales: obligatoriedad, incondicionalidad y beneficio común.

Si partimos de un sentido estrictamente legal, la emergencia por el COVID-19 no ha cambiado el escenario jurídico sobre este tema, lo cual se traduce en que no podemos dejar de pagar puntualmente las expensas. Sin embargo, la realidad es más compleja y hay muchos factores sociales y económicos que deben ser considerados desde la Administración del condominio.

En este caso, el Administrador se ve en una disyuntiva que debe resolver con sabiduría y practicidad. Por un lado, existe la imperiosa necesidad de cubrir los gastos del condominio; por otro, la real y probada incapacidad de varios vecinos de pagar las expensas. Saber qué hacer exactamente dependerá de cada conjunto y del nivel de compromiso de sus vecinos. Sin perjuicio de ello, a continuación les dejamos ciertas ideas que podrían ser de ayuda:

  • Quien puede pagar no debe dejar de hacerlo. Algunos copropietarios no se han visto tan afectados como otros, y si bien sus ingresos pueden estar comprometidos, dicha afectación no les impide cumplir puntualmente con el pago de las expensas. Si somos parte de este grupo, sigamos pagándolas a tiempo y no nos dejemos llevar por la tentación de aprovecharnos de la situación y caer en mora injustificadamente. Recordemos que en estos momentos nuestro pago oportuno es vital para la sostenibilidad del condominio y, sobre todo, permite que las personas que trabajan para nosotros también puedan contar con su remuneración a tiempo (guardias, conserjes, jardineros, administradores).

  • Quien no puede pagar debe acordar un plan de pagos. Los vecinos que lastimosamente se ven afectados en mayor medida por esta emergencia sanitaria, y que por ende no pueden pagar sus expensas a tiempo, deben notificar este particular a la administración con el fin de establecer un plan de pagos. Este plan debe ser lo suficientemente cómodo para que pueda ser cumplido por el copropietario, pero sin afectar el punto de equilibrio financiero del condominio. La forma en la que se reestructure la deuda dependerá del valor de la expensa, del monto total de la deuda que será refinanciada, de la capacidad de recuperación económica del copropietario y de las necesidades de liquidez del condominio.

  • Diferenciar al copropietario que no puede pagar la expensa por esta emergencia del moroso recurrente. Es probable que en su condominio también exista ese vecino que, teniendo el dinero para pagar, no pagaba las expensas puntualmente. Y también es probable que ese mismo vecino quiera justificar su conocida irresponsabilidad con la emergencia sanitaria actual. En este caso, el Administrador deberá diferenciar los casos que obedecen a fuerza mayor, de aquellos que no. Esta diferenciación se hará evidente en las condiciones de los planes de pagos a los que cada uno acceda. Si bien es momento de solidaridad con los que menos tienen, también es oportuno ser firme con aquellos que buscan aprovecharse de las circunstancias.

  • Recurrir al fondo común de reserva. Si pese a los esfuerzos en el cobro de las expensas (incluida la cartera vencida), el condominio no puede llegar a un punto de equilibrio financiero, la Administración y la Asamblea podrían analizar la pertinencia y factibilidad de recurrir al fondo común de reserva, como una medida extrema para cubrir los gastos comunes urgentes que no han podido ser atendidos por este caso de fuerza mayor.

Tengamos en mente que estos momentos son difíciles para todos, y que por ello debemos esforzarnos por ser mejores vecinos, más solidarios, más responsables.

 

Saldremos de esta emergencia juntos, como condominio, como comunidad.

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¿Un buen vecino se nace o se hace?

A ser un buen vecino se aprende, no se nace siéndolo. Se logra ser un buen vecino aplicando reglas y normas de conducta que favorecen la creación de hábitos de convivencia saludables y sostenibles en el tiempo. En términos generales, un buen vecino es aquella persona que se identifica con el lugar en el que vive y por ello actúa responsable y activamente con la comunidad que lo rodea.

Es muy común que exista una idea equivocada respecto a las características que distinguen a buen vecino. Generalmente, se asocia como positivo un comportamiento pasivo e indiferente. Es decir, a menudo se cree que un buen vecino es una persona que no participa, que se encierra en su casa o departamento, hace silencio, aguanta los abusos sin denunciarlos y, en general, es invisible para su comunidad. No molesta.

Sin embargo y muy por el contrario, un buen vecino es aquella persona que se siente parte de la comunidad de la que forma parte y por ello participa activamente en las decisiones y actividades del condominio o conjunto residencial en el que habita. Un buen vecino, se involucra e identifica con su comunidad, de esta manera, construye relaciones saludables y duraderas con las personas con quienes convive.

Importancia de la buena vecindad

Los vecinos son personas con quienes, queramos o no, convivimos a diario. Por eso es necesario desarrollar y mantener relaciones saludables que faciliten la convivencia del día a día, así como, que permitan afrontar de forma colaborativa los problemas comunes y apoyarse para encontrar soluciones mutuamente satisfactorias.

Adicionalmente, una buena relación vecinal estimula el desarrollo de empatía con las personas que nos rodean y genera un sentimiento de familiaridad. El sentirse parte de una comunidad permite asumir responsabilidades y compartir derechos y obligaciones con un objetivo de bienestar común. De esta manera, es posible desarrollar relaciones respetuosas e incluso lazos afectivos que permitirán afrontar eventualidades o emergencias de forma más efectiva y beneficiosa para todos.

Comportamiento de un buen vecino

Como se explicó en los párrafos anteriores, no se nace siendo buen vecino, sino que, se aprende a serlo por medio de la adopción de comportamientos y códigos de conducta que favorecen la convivencia y la buena vecindad. A continuación enlistamos algunos comportamientos concretos que podemos empezar a aplicar para mejorar como vecinos.

  • Pagar puntualmente las expensas, alícuotas, cuotas extraordinarias y demás valores de pago obligatorio que permiten mantener y administrar los espacios comunes del conjunto habitacional.
  • Colocar la basura en los lugares destinados para hacerlo y respetar los horarios establecidos para evitar contaminación o suciedad que puedan incomodar a los vecinos o a sí mismo.
  • Controlar y evitar hacer ruidos excesivos o innecesarios, principalmente en horas de la noche y madrugada. De esta manera se respeta la necesidad de silencio y tranquilidad que los vecinos necesitan en sus hogares.
  • Si tiene mascotas, actuar responsablemente con el cuidado de las mismas de manera que su presencia en el condominio no cause molestias a los vecinos. Para ello, por ejemplo, se debe recoger los desechos y educarlas para no hacer ruido.
  • Participar activamente en las reuniones y asambleas convocadas por la administración y/o directiva del condominio. De esta manera, se mantiene al tanto de las necesidades comunes y colabora para encontrar soluciones mutuamente beneficiosas para todos los vecinos.
  • Escuchar las necesidades de las otras personas, respetar los criterios distintos y procurar llegar a acuerdos.
  • Proponer iniciativas que puedan ayudar a mejorar la vida de toda la comunidad.
  • Asumir responsabilidades dentro del condominio. Evaluar las decisiones tomadas y proponer cambios o acciones correctivas si es necesario.

Recuerda empezar a aplicar los comportamientos explicados. Su práctica continua los convertirá en hábitos saludables para la convivencia dentro de tu conjunto habitacional o condominio. Ser un mejor vecino te beneficiará a ti y a tu comunidad. Desarrollando empatía para con tus vecinos desarrollarás también la capacidad de adaptarte a entornos nuevos, de respetar la diferencia y, en general, mejorará tus relaciones con las personas que te rodean.

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¿Por qué es tan importante pagar a tiempo las expensas del condominio?

¿Por qué debo comprar gasolina para mi auto? ¿Por qué debo cargar la batería de mi teléfono? Al principio podemos pensar que estas preguntas no tienen relación con el título de este artículo, sin embargo, vamos a ver que todas ellas tienen una respuesta común: “porque si no lo hago, no funciona”.

Un condominio se financia principalmente con el pago obligatorio y oportuno de una cuota mensual, llamada expensa, por parte de todos los copropietarios. Esta cuota es calculada en función de las alícuotas de copropiedad de los condóminos y del presupuesto elaborado para cubrir los gastos del condominio.

Tal como lo dice el Reglamento General de la Ley de Propiedad Horizontal, las expensas son indispensables y necesarias para la administración, conservación, reparación y seguridad de los bienes comunes e incluyen: gastos de administración, remuneración de conserjes y empleados del condominio, energía eléctrica y agua potable de las áreas comunes, seguridad, vigilancia, mantenimiento de ascensores, equipos, útiles de limpieza, reparaciones ordinarias del inmueble, de su equipamiento y combustibles para los equipos del condominio, y de su seguro.

Por ello, si no pago a tiempo mis expensas, es decir, dentro de los primeros 10 días de cada mes, estoy afectando al normal desenvolvimiento del condominio y generando un perjuicio a mis vecinos y también a mi familia. Por ejemplo, si no pago mi expensa a tiempo, el administrador del condominio no va a tener suficiente liquidez para cubrir completamente las facturas de agua potable comunal, de la empresa de seguridad, o el sueldo del conserje, etc.  Si en el mismo mes, otros vecinos no pagan a tiempo las expensas, el problema es mucho mayor ya que los servicios pueden ser suspendidos.

¿Por qué debo pagar las expensas del condominio?

Debe pagar las expensas mensuales porque es una obligación definida en la ley ante la cual no puede excusarse. Específicamente, dicha obligatoriedad está contenida en el Art. 5 de la Ley de Propiedad Horizontal y en el Art. 20 literal i) del Reglamento General de la Ley de Propiedad Horizontal.  Recuerde que en caso de mora, el cobro incluso puede ser realizado a través de un juicio ejecutivo o un proceso monitorio.

Tomemos en cuenta que si el vecino que se encuentra en mora del pago de sus expensas es demandado, este, además del pago de lo adeudado por las expensas, deberá pagar adicionalmente los intereses generados por la mora, multas (si se aplicaren) y los honorarios de su abogado patrocinador, sin perjuicio de que sea condenado al pago de los gastos en que incurrió el condominio para iniciar esta acción judicial. 

Adicionalmente y más allá de la obligación legal, debemos entender que el pago oportuno de las expensas es una obligación moral de cada copropietario para con el condominio y con sus vecinos. No veamos al pago de la expensa como una carga sino como el aporte justo para una mejor convivencia en comunidad.

Como podrá ver, es más fácil y barato pagar oportunamente sus expensas. Evítese molestias y cumpla puntualmente con sus obligaciones para con el condominio.

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Si busca una vivienda buena, bonita y barata, la propiedad horizontal puede ser su mejor opción

Ya sea por necesidad o inversión, el comprar una vivienda es un sueño que muchos queremos cumplir. Nos imaginamos desde la cantidad de habitaciones que deberá tener, hasta el color de las paredes. Queremos una vivienda linda e independiente, sin embargo, cuando comenzamos a analizar los hechos nos enfrentamos a una dura realidad: está fuera de nuestro presupuesto.

Si este escenario le resulta familiar, le invitamos a conocer un poco sobre el régimen de propiedad horizontal, el cual puede ser una buena opción para acceder a una vivienda económica, atractiva y de calidad.

¿Qué es la propiedad horizontal?

Es un régimen especial de propiedad que permite que un gran inmueble o proyecto inmobiliario (edificio, conjunto residencial, centro comercial) pueda dividirse en otras unidades más pequeñas (departamentos, casas individuales, locales) para que sean adquiridas por diversos dueños, quienes compartirán entre sí bienes comunes, con base en los derechos y obligaciones propios de este régimen legal.

¿Por qué optar por un bien bajo propiedad horizontal?

Además de contribuir a densificar ordenadamente a la ciudad, la propiedad horizontal vuelve más eficiente el uso que se le da al suelo, a los servicios básicos y al equipamiento urbano. En otras palabras, se aprovecha mejor el terreno, lo cual redunda en menor costo por metro cuadrado para el comprador. Por ejemplo, si usted quiere comprar un terreno para construir una casa de 90 metros cuadrados, lo más probable es que no encuentre uno vacante en el sector que usted quiere, y que, si lo encuentra, resulte excesivamente costoso. Sin embargo, si en ese lugar se decide hacer un edificio bajo el régimen de propiedad horizontal, un departamento de 90 metros cuadrados tendrá un valor mucho más accesible y contará con bienes y servicios comunes que complementarán los beneficios de su bien exclusivo.

De igual forma, en lo que se refiere a servicios, si usted tiene una vivienda independiente y decide contratar el servicio de seguridad de un punto de vigilancia, 24 horas, 7 días a la semana, este podría oscilar entre $2000 y $2500 mensuales. Cubrir el pago de este valor resultaría inalcanzable para una familia de ingresos promedio, si desea asumirlo solo por su cuenta. Sin embargo, en un condominio este valor es distribuido entre todos los copropietarios y se vuelve parte de la expensa ordinaria. Es decir, su familia podría contar con seguridad y pagar solo una fracción por este servicio. 

Puntos positivos de la propiedad horizontal

  • Optimiza el espacio físico de implantación y mejora la relación de precio por metro cuadrado.
  • Densifica el suelo y ayuda a un mejor aprovechamiento de la ciudad y su equipamiento.
  • Cuando es usada conforme a la planificación de la ciudad, ayuda a que no se siga expandiendo la mancha urbana de las ciudades y crea polos de desarrollo.
  • Facilita el acceso a la vivienda porque sus costos son menores.
  • Brinda servicios y comodidades que serían difíciles de acceder al estar bajo otro régimen de propiedad.
  • Crea un tejido social a partir de la convivencia.

Elementos que considerar antes de optar por un bien bajo propiedad horizontal

  • Los derechos que ejerce el propietario sobre su bien exclusivo (departamento, casa, local) están limitados a las disposiciones de la Ley y Reglamento de Propiedad Horizontal y al reglamento interno del condominio.
  • Para cubrir los servicios y el mantenimiento de las áreas comunes es necesario el pago oportuno de las expensas (cuotas mensuales).
  • La convivencia que se genera dentro de un condominio demanda un alto grado de responsabilidad, paciencia y empatía.

Adquirir un inmueble bajo propiedad horizontal, así como vivir en uno, es una excelente opción si nos comprometemos a ejercer y cumplir los derechos y obligaciones que regulan a este régimen. Anímese, haga cuentas y no pierda la oportunidad de adquirir su vivienda bajo propiedad horizontal.

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Fundación Bien-Estar, 15 años brindando acompañamiento social alrededor de la vivienda

La construcción de una vivienda o de proyectos habitacionales produce impactos sociales, ambientales y económicos importantes, tanto para las personas y empresas directamente involucradas, como para quienes habitarán esos espacios. Fundación Bien-Estar es una organización sin fines de lucro creada para atender la dimensión social relacionada a los proyectos de construcción de vivienda.

Acción social de Mutualista Pichincha

Creada por Mutualista Pichincha en el año 2004, con el objetivo de direccionar el trabajo socialmente responsable en favor de la comunidad, Fundación Bien-Estar ha centrado su accionar en dar asesoría y acompañamiento en los procesos sociales derivados y relacionados a la producción de soluciones habitacionales. Conscientes de la importancia e impacto positivo del acompañamiento social en los procesos de construcción, su labor está enfocada en lograr mejores relaciones vecinales que, a su vez, se repliquen a nivel de las ciudades.

Para cumplir con su misión institucional, Fundación Bien-Estar canaliza su accionar por medio de sus dos productos: Acompañamiento social y Educación financiera.

Acompañamiento social

Entendido como un proceso de formación y organización, el acompañamiento social supone múltiples beneficios para el desarrollo de las comunidades. Entre los impactos positivos que genera se encuentran el fortalecer las capacidades organizativas de los vecinos y el facilitar la solución pacífica y eficiente de conflictos derivados de la convivencia de las personas que comparten espacios comunes.

Por medio de su producto Acompañamiento social, Fundación Bien-Estar imparte talleres de capacitación y brinda el servicio de asesoría legal, tanto en temas de propiedad horizontal, como respecto a organización comunitaria. Trabajo que realiza permanentemente con administradores de condominios, copropietarios, constructores, asociaciones de vecinos y corredores inmobiliarios. Todo ello con el objetivo de contribuir al desarrollo de comunidades socialmente sostenibles, cuyas prácticas vecinales positivas se proyecten hacia espacios más grandes y se repliquen a nivel de toda la ciudad.

Educación financiera

Con el objetivo de atender a los dos principales ejes de negocio de Mutualista Pichincha, Fundación Bien-Estar ha incorporado a su cartera el producto de Educación financiera. Enfocado a dar asesoría sobre temas referentes al correcto uso y organización de las finanzas personales y familiares. Con este fin, desarrolla talleres de capacitación diseñados para llegar a públicos diversos sin distinciones de edad, género o nivel socio-económico. Las capacitaciones abordan temas relacionados al ahorro, inversión, endeudamiento y gasto.

Objetivos alcanzados

Durante estos 15 años de trabajo sostenido, Fundación Bien-Estar ha alcanzado los siguientes logros institucionales:

  • Más de 100 conjuntos habitacionales por medio de sus servicios de asesoría.
  • Más de 170 talleres de capacitación impartidos.
  • Más de 7 500 personas capacitadas en temas de educación financiera (desde el 2017).
  • Más de 10 000 beneficiarios indirectos.

Con el compromiso de seguir contribuyendo al desarrollo de comunidades socialmente sostenibles, Fundación Bien-Estar aspira incrementar el impacto positivo de su labor de acompañamiento social diversificando sus servicios y ampliando su área de cobertura hacia todo el país. Así mismo, implementará nuevos proyectos enfocados a lograr empoderamiento del espacio público, relaciones vecinales saludables y convivencia adecuada en espacios comunes.