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¿Por qué es importante nombrar un buen administrador en el condominio?

Parecería una pregunta retórica, pero en la práctica es más común de lo que nos imaginamos el subestimar la importancia de elegir un buen administrador para nuestro condominio.

Además de ser el representante legal, el administrador cumple funciones tan variadas como medulares dentro de la comunidad de copropietarios.

Si quieres conocer porqué debemos tomarnos en serio el nombramiento del administrador, toma en cuenta lo siguiente:

Es quien maneja el dinero del condominio. El administrador es el encargado de cobrar las expensas y pagar a los proveedores del condominio. De él depende que los servicios comunales estén al día y que puedas disfrutar de ellos con normalidad. Asimismo, el administrador es quien lleva las cuentas del condominio y responde por el mal uso de los recursos.

Cumple y hace cumplir las normas. No solo ejerce las facultades definidas en el Art. 60 del Reglamento General de la Ley de Propiedad Horizontal, además se encarga de hacer que todos los copropietarios y usuarios cumplan con las normas del condominio.

Es el secretario de la asamblea. El administrador desempeña las funciones de secretario dentro de las sesiones de asamblea y directorio. Su trabajo no se limita a asistir a las sesiones; él es el encargado de que estas se desarrollen eficientemente y que lo resuelto quede instrumentado en actas conforme a la norma.

Prepara informes, presupuestos y propuestas de reglamentos. Su trabajo no solo es de ejecución. Además de llevar a cabo las disposiciones de la asamblea, el administrador pone a su consideración la información que esta necesita para tomar decisiones sustentadas y en beneficio de los copropietarios.

 Resuelve conflictos. Al ser uno de los órganos de administración del condominio, los copropietarios pueden acudir al administrador para ventilar un conflicto que requiera de un tercero neutral.

 Es quien toma las decisiones urgentes. En caso de una emergencia o un imprevisto, el administrador es el llamado a decidir sobre lo que debe hacerse sin esperar la aprobación de la asamblea o directorio.

Como pudiste ver, el administrador es una pieza clave en la organización del condominio. Antes de nombrar un administrador en tu condominio, recuerda todas las responsabilidades que este tendrá y que es necesario que cuente con suficiente formación y experiencia para asumir esta tarea.

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Manejo de conflictos en condominios

La convivencia dentro de un condominio implica la coexistencia de diversas personas, cada una con costumbres, cultura y experiencias propias y diferentes; por tanto, la relación entre las distintas formas de pensar y de actuar, tarde o temprano, pueden derivar en el desarrollo de conflictos de distinta índole.

Un conflicto desatendido, por pequeño que pueda parecer inicialmente, puede generar consecuencias graves en el futuro. Por esta razón es importante atenderlos oportunamente y mediar para su pronta resolución con el fin de evitar que escalen a problemas mayores o, peor aún, deriven en acciones agresivas o situaciones violentas que serán mucho más difíciles de resolver.

De entre los diferentes tipos de conflictos que pudieran existir dentro de un condominio, la Administración tiene competencia en aquellos relacionados con la convivencia entre condóminos, el uso de las áreas comunes y el respeto y cumplimiento de los derechos y obligaciones de los copropietarios.

Debido a que los conflictos dentro de un condominio pueden surgir debido a expectativas o puntos de vista distintos, que no necesariamente implican infracciones a las normativas vigentes o actos ilegales, es indispensable que el administrador sepa manejarlos con empatía y neutralidad.

Con el objetivo de contribuir a la pronta resolución de conflictos dentro de condominios hemos preparado el siguiente listado de tips a aplicar en la mediación de disputas vecinales:

  • Identificar el problema. Para ello, los administradores deben conversar directamente con cada una de las partes y escuchar su versión sin dejarse llevado o influir por rumores o comentarios de terceros.
  • Discernir con objetividad las opiniones, criterios e intereses reales -evidentes u ocultos- de cada una de las partes en relación con el conflicto en cuestión.
  • Precautelar las relaciones vecinales. La solución del conflicto debe procurar no afectar las relaciones interpersonales de los involucrados. Por esta razón, es importante una actuación empática y oportuna.
  • Empatía. Para resolver el conflicto el administrador debe procurar generar empatía entre las partes conflictuadas solicitándoles a cada una ponerse en el lugar de la otra persona. De esta manera, cada vecino puede tomar consciencia de la afectación causada y/o del punto de vista de su contraparte.
  • Redactar una solución y presentarla por escrito a cada una de las partes con el objetivo de comprometerlas formalmente con el acuerdo.
  • Excepción. No todo es negociable. Existen acciones y/o actitudes reglamentadas legalmente, cuyo cumplimiento es obligatorio y no está sujeto a interpretaciones ni mediaciones.

Esperamos que estos pequeños consejos te ayuden a resolver pacífica y rápidamente los conflictos que pudieran existir en tu condominio.

Abg. Jonathan Gómez – Coordinador de producto

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Los niños en el condominio

En este blog se ha hablado mucho de los conflictos que se generan dentro del condominio. Hemos tratado temas administrativos y profundizado sobre los aspectos legales de las decisiones y actuaciones de los copropietarios. En resumen, hemos dado consejos y soluciones para problemas de adultos, pero, en todo esto, ¿en dónde quedan los niños?

Los copropietarios, en su vertiginosa carrera por atender lo urgente, frecuentemente olvidan lo importante. Por ello, en esta edición hablaremos acerca de los niños en el condominio.

Si quieres que los niños de tu condominio tengan una mejor experiencia viviendo en comunidad, sigue los siguientes consejos:

  • Piensa en ellos al tomar decisiones. Las sesiones de asambleas generalmente están llenas de adultos discutiendo sobre quién tiene la razón. Incluso cuando estos debates giran alrededor de las áreas comunes que usan los niños, su criterio no es tomado en cuenta sino el del adulto que “cree” que su idea es la mejor para estos. Para hacer un ejercicio práctico pregúntate cuántas veces en tu condominio se les ha preguntado a los niños sobre la forma en la que quieren ver los espacios comunes.
  • No seas un mal ejemplo. Es alarmante el número de peleas y hechos de violencia que se generan en un condominio por desacuerdos entre vecinos. Algunos de estos son el resultado del escalamiento de un problema entre niños que no fue inteligentemente atendido. Evita ser de aquellos padres que, escudados bajo una “ferviente paternidad”, buscan resolver los problemas a golpes y escándalos. Si tu hijo tiene un problema con otro niño y crees que necesite de tu intervención, haz un acercamiento educado y prudente con el otro padre para buscar una solución.
  • Educa al niño y no tendrás que castigar al hombre. Esta frase la dijo Pitágoras hace más de 2000 años y hoy sigue tan vigente como en aquel momento. No esperes que los niños actúen de la forma en la que tú quieres si tú no has hecho nada para educarlo. Es fácil, e irresponsable, solo quejarse de los niños y sus travesuras. Contrario a la tendencia, es preciso que cada condominio destine tiempo y esfuerzos para educarlos y hacerlos sentir importantes dentro de la comunidad. Para ello, organiza una minga para que puedan ayudar en el cuidado de las áreas verdes; crea una pequeña biblioteca con libros infantiles donados por los vecinos; destina un porcentaje del presupuesto para adecuar un espacio más cómodo y funcional para los niños, entre otras iniciativas.

Recuerda que los niños son tan importantes dentro del condominio como lo eres tú, solo que su desventaja está en que no todos los escuchan. Si quieres que tu condominio sea un mejor lugar para vivir, piensa también en los niños al momento de actuar y tomar decisiones.

Abg. Jonathan Gómez – Coordinador de producto

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Las mascotas en el condominio

Cada vez es más común ver como perros y gatos se vuelven parte de nuestras familias. Contrario a lo que ocurría en el pasado, actualmente los animales de compañía tienen más acceso a espacios públicos y colectivos, habitan las zonas internas de nuestras viviendas y se han convertido en actores visibles dentro de nuestra comunidad.

Esta nueva forma de ver y tratar a los animales evidencia un claro avance en el reconocimiento de sus derechos. Sin perjuicio de este muy positivo cambio, el respeto hacia los animales y nuestros deberes para con estos sigue siendo una deuda pendiente de la sociedad.

Para conocer cómo cuidar a los animales domésticos dentro del condominio sigue estos consejos:

  • Las mascotas no son culpables. Nunca maltrates a un animal por haber cometido alguna travesura o por estar deambulando libremente por el condominio. Recuerda que los animales obran por instinto y que no actúan con maldad. Si las acciones de algún animal ocasionaron un perjuicio a ti o a un bien común, informa de este particular al propietario del animal para que responda por lo ocurrido.
  • Si no tienes tiempo ni disciplina, no tengas mascotas. Tener un perro en un condominio amerita mucha paciencia y trabajo. Para que un perro tenga un carácter apacible y un comportamiento tranquilo, y no se vuelva una molestia para los vecinos, su dueño debe dedicarle el tiempo suficiente para darle afecto, asearlo y hacer que socialice con otras personas y animales. Si piensas tener un perro para dejarlo en tu departamento encerrado y nunca sacarlo a pasear, es mejor que no lo tengas ya que es un trato, además de egoísta, irresponsable.
  • El que no te gusten las mascotas no te da derecho de impedir que tus vecinos tengan una. Nadie puede impedir que tengas una mascota en tu unidad vivienda. Sin embargo, si deseas tener una debes cuidar que esta cuente con las condiciones necesarias para una vida saludable. Es decir, no debes tenerla amarrada o abandonada en una terraza o balcón.
  • No olvides tus responsabilidades. Si vas a tener un perro en un condominio, este debe estar al día en sus vacunas y estar debidamente identificado con una placa que registre los datos de contacto del propietario. Asimismo, cuando lo saques a pasear, deberá usar siempre una correa y, en el caso de que ensucie cualquier área común o exclusiva, deberás limpiarla inmediatamente.

Las mascotas no son juguetes. Son seres vivos que merecen un trato respetuoso y lleno de amor. Cuídala y, en especial, cuida que tus acciones u omisiones como dueño no hagan que tu mascota la pase mal con tus vecinos. Cumple con tus obligaciones como dueño responsable y no olvides tus deberes como copropietario. 

Abg. Jonathan Gómez – Coordinador de producto

 

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Conflictos y negociación dentro de los condominios. Parte 1

Además de conocer los derechos y obligaciones que tiene dentro del inmueble bajo el régimen de propiedad horizontal, cada vecino debe armarse de paciencia y objetividad para manejar los distintos conflictos que se originan día a día en el condominio.

Como es sabido, los conflictos pueden ser oportunidades para mejorar las relaciones entre vecinos. Sin embargo, si estos no son manejados oportuna y adecuadamente, pueden generar serias afectaciones en la organización comunitaria. Sin el ánimo de romantizar al conflicto y de verlo como algo siempre positivo, es necesario comenzar a perderle el miedo y aprender a gestionarlo eficientemente para cuidar la sana convivencia y las relaciones vecinales.

Si eres administrador y quieres tener más herramientas para manejar un conflicto dentro de tu condominio, sigue los siguientes consejos:

  • No todo es negociable. Muchos vecinos emplean “estrategias de negociación” tan cuestionables que rayan en el abuso. Por ejemplo, condicionar el pago de la expensa al cumplimiento de tal o cual demanda, o, buscar que se extinga la totalidad de las obligaciones por el cumplimiento de solo una parte de ellas. Estos planteamientos, bastante comunes en los condominios, no pueden ser considerados en una negociación. Recordemos que las obligaciones establecidas en la ley no quedan a discreción del copropietario.

  • Relaciones por sobre acuerdos. Las negociaciones que llevamos a cabo dentro del condominio deben procurar obtener como resultado un alto nivel de satisfacción entre las partes y, sobre todo, cuidar que las relaciones entre estas no se vean afectadas. Más allá de conseguir un acuerdo que resuelva un problema de forma inmediata, es preciso evitar a toda costa que una de las partes se vea beneficiada a costa de la otra. Además de provocar insatisfacción en la parte afectada, la imagen del administrador quedará debilitada y susceptible a más reclamos y conflictos.

  • Verificación de fuentes y objetividad. Los administradores, al momento de gestionar un conflicto, no deben usar la información que han recibido de fuentes cuestionables como chismes y rumores. Para conocer los hechos, el administrador deberá acudir a cada una de las partes y obtener la información que necesita para poder construir, con los propios interesados, posibles soluciones al conflicto. Una vez que cuente con las dos versiones, deberá despojarse de estereotipos y sesgos y hará su mayor esfuerzo para crear un acuerdo sostenible y de beneficio mutuo.

En la siguiente publicación seguiremos con más consejos para manejar los conflictos dentro de un condominio.