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¿Cómo convivir con las mascotas en el condominio?

Es común hoy en día que varias familias tengan un miembro más en su entorno, en la mayoría de los casos, suele ser un perro o gato, más que ser solo una “mascota”, son un miembro más de la familia. En buena hora, al ritmo que avanza la sociedad, también evolucionan las normas. Hoy en día, podemos encontrar cada vez más los famosos rótulos “pet friendly” en locales comerciales, brindando acceso a espacios públicos y colectivos, nuestros animales de compañía simplemente se han convertido en actores visibles dentro de nuestra comunidad y en los condominios. Esta nueva forma de ver y tratar a los animales evidencia un claro avance en el reconocimiento de sus derechos.

Pero también, nuestros amigos peludos pueden causar molestias si no existe una tenencia responsable de los mismos. Fundación Bien-Estar, realizó un estudio de mercado en el cual se preguntó a copropietarios si: ¿es importante tener una buena convivencia entre vecinos? como resultado, el 85% respondió que sí, pero esta convivencia está siendo afectada debido a que, de acuerdo con el mismo estudio, un 37% tiene problemas por la falta de limpieza después de que las mascotas hacen sus necesidades, otro 21% debido a pasan sueltos en áreas comunes y un 20% debido a los ladridos excesivos o el ruido que ocasionan. Sin duda alguna la tenencia de los animales de compañía en copropiedades puede ser una fuente de conflicto debido a la falta de educación y respeto por las normas de convivencia. Esto lógicamente va de la mano de una buena gestión de quien ejerza la administración y respeto entre los copropietarios.

Mejores Vecinos y Mascotas - Fundación BienEstar

Te recordamos siete (7) consejos que mejorarán la relación de tus mascotas con el entorno del condominio:

1. Entrenamiento de mascotas: Incentivar a los propietarios a entrenar a sus mascotas para comportarse adecuadamente en entornos compartidos. Recuerda pasear a tu mascota siempre con correa para evitar accidentes. 
2. Responsabilidad del copropietario/dueño de la mascota: Las mascotas no son culpables, nunca maltrates a un animal por haber cometido alguna travesura o por estar deambulando libremente por el condominio. Si las acciones de algún animal ocasionaron un perjuicio a ti o a un bien común, informa de este particular al propietario del animal para que responda por lo ocurrido. Se debe fomentar la responsabilidad de los dueños al garantizar que cumplan con las reglas y se encarguen adecuadamente del cuidado, limpieza y de recoger siempre los desechos de sus mascotas.
3. Sensibilización: Si no te agradan las mascotas, pues tampoco tienes el derecho de impedir que tus vecinos tengan una en su unidad de vivienda. Se debe promover la conciencia y el respeto a los vecinos y a sus mascotas.
4. Vacunas: Si vas a tener una mascota en un condominio, este debe estar al día en sus vacunas y estar debidamente identificado con una placa que registre los datos de contacto del propietario.

Desde la administración del conjunto:

5. Comunicación abierta: Establece canales de comunicación, puede ser a través de grupos de WhatsApp o correo electrónico entre los copropietarios para abordar preocupaciones, inquietudes y compartir información sobre sus mascotas o cualquier evento del condominio.
6. Normas claras: A través del Reglamento Interno, implementar reglas transparentes sobre la tenencia responsable, cuidado y comportamiento de las mascotas para evitar problemas y malentendidos.
7. Áreas designadas: Si es posible, crear áreas específicas para que las mascotas jueguen y hagan ejercicio, si no, considerar la posibilidad de establecer dicho espacio en alguna de las áreas comunes de su condominio. En el caso de que tu mascota ensucie o cause cualquier daño en el área común o exclusiva, sus dueños tienen la obligación de limpiarla y repararla de forma inmediata.

Es esencial que los dueños de sus animales de compañía comprendan y cumplan con sus responsabilidades para garantizar una convivencia armoniosa. Es importante que exista la colaboración y el respeto entre los copropietarios, además de siempre cumplir con tus obligaciones como dueño responsable y no olvidar tus deberes como copropietario. Solo entonces podremos esperar una convivencia pacífica en nuestra comunidad.

Para más tips de convivencia visita nuestro blog en: www.fundacionbienestar.org.ec 

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La importancia de la organización comunitaria para enfrentar la inseguridad

En un escenario donde el crecimiento de robos a domicilios ha aumentado significativamente en los últimos años, es crucial que las comunidades se organicen y tomen medidas para protegerse a sí mismas y a sus residentes.

Cuando se trata de enfrentar la inseguridad en condominios y urbanizaciones, la organización comunitaria juega un papel fundamental. La colaboración entre vecinos y la implementación de estrategias de seguridad colectiva pueden marcar la diferencia en la prevención de delitos y la protección de los residentes. Algunas medidas que pueden adoptarse incluyen:

Conoce a tus vecinos: Acciones tan sencillas como saludar a tus vecinos pueden construir comunidades más seguras. Participa de los espacios que organiza tu condominio o urbanización y fortalece los lazos vecinales.

Usa y cuida los espacios públicos y comunes: Los espacios que no son utilizados y cuidados por los vecinos se convierten en lugares propicios para botar basura, libar o delinquir. Organiza con tu comunidad mingas que recuperen esos espacios y úsenlos diariamente para establecer una presencia fuerte que desplace cualquier mala práctica.

Brigadas de seguridad: Fomentar la comunicación entre los residentes y promover la vigilancia mutua puede disuadir a los delincuentes. Realizar rondas de vecinos; establecer grupos de WhatsApp o redes sociales para informar sobre situaciones sospechosas; y, colocar carteles que evidencien la organización del sector puede ser efectivo en la prevención de delitos.

Seguridad de condominios en Ecuador

Mejora de la iluminación y cámaras de seguridad: Instalar luces adecuadas en áreas comunes y colocar cámaras de seguridad pueden reducir las oportunidades para los delincuentes y ayudar en la identificación y captura de los sospechosos.

Define protocolos de seguridad: Golpear una cacerola desde la ventana o instalar una sirena en un poste, cualquier sistema de alarma es bueno para informar a los vecinos sobre el cometimiento de un delito o alguna acción sospechosa. Define protocolos para que todos quienes habiten el sector sepan cómo reaccionar para prevenir o impedir un delito.

Contratación de personal de seguridad: En muchos casos, contratar guardias de seguridad capacitados puede brindar un nivel adicional de protección a los condominios y urbanizaciones. Estos profesionales pueden supervisar el acceso, patrullar las instalaciones y responder rápidamente ante situaciones de emergencia.

La seguridad de tu condominio o urbanización también está en tus manos. Sigue estos consejos y recuerda que, si amas algo, debes destinar tiempo y dedicación para cuidarlo.

Más información relacionada a la administración de condominios en www.fundacionbienestar.org.ec

 

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¿Cómo cobrar las expensas efectivamente?

Cobrar las expensas es, sin lugar a duda, la gestión más delicada y demandante que está a cargo del administrador del condominio. Sobre todo, porque esta gestión no solo se limita a recibir el dinero de los condóminos, sino que comienza mucho antes con la elaboración de un presupuesto coherente con las necesidades del condominio y puede terminar en el inicio de las acciones legales en contra de los copropietarios morosos.

Para facilitar la gestión del cobro de las expensas, revisemos algunos consejos que pueden ser de mucha utilidad para realizar efectivamente esta tarea:

  • Sustenta el cobro y cuida la formalidad: Como sabemos, el cobro de las expensas nace de la obligación legal que tienen los copropietarios de contribuir al pago del mantenimiento, seguridad, administración y limpieza de los bienes comunes. Esto quiere decir que no es un “aporte voluntario”. Cuando vayas a cobrar, sustenta tu acción con las normas legales pertinentes para que el copropietario sepa que no se trata de algo discrecional. Asimismo, deja constancia del cobro mediante la entrega un recibo a nombre del copropietario.
  • No dejes pasar el tiempo. Cobrar a tiempo te permitirá mejorar tus probabilidades de éxito en esta gestión. Recuerda que debes cobrar las expensas dentro de los 10 primeros días de cada mes. Cada día que pase después del décimo día, tus probabilidades de cobrar van disminuyendo porque el copropietario va a perder el interés y porque la próxima expensa está por llegar y pueden acumularse haciendo la deuda aún más grande. Sé ordenado y programa tu cobranza a tiempo.
  • Sé cordial pero firme. Ten en cuenta que no vas a pedir un favor, estás haciendo que se cumpla una obligación. Como administrador debes ser respetuoso y cuidar mucho de la forma en la que abordas al copropietario, sin embargo, debes ser asertivo y firme en tu demanda de pago. El mensaje debe ser claro y no dejar ningún espacio de duda que haga creer al copropietario que puede pagar cuando quiera.
  • Cuida el dinero y recuerda tu papel. El administrador es el responsable de la custodia y del manejo prudente del dinero. Encárgate de que siempre esté en la cuenta bancaria del condominio y no dispongas de este como si se tratase una extensión de tus fondos propios. Además, ten en cuenta que si algo pasa con el dinero, tú, como administrador del condominio, eres legalmente responsable y podrías enfrentarte a procesos civiles e incluso penales.

Sabemos que la cobranza es difícil pero no imposible. Con orden y disciplina seguro adquirirás la capacidad de cobrar las expensas en mayor cantidad y en menor tiempo.

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¿Por qué es importante nombrar un buen administrador en el condominio?

Parecería una pregunta retórica, pero en la práctica es más común de lo que nos imaginamos el subestimar la importancia de elegir un buen administrador para nuestro condominio.

Además de ser el representante legal, el administrador cumple funciones tan variadas como medulares dentro de la comunidad de copropietarios.

Si quieres conocer porqué debemos tomarnos en serio el nombramiento del administrador, toma en cuenta lo siguiente:

Es quien maneja el dinero del condominio. El administrador es el encargado de cobrar las expensas y pagar a los proveedores del condominio. De él depende que los servicios comunales estén al día y que puedas disfrutar de ellos con normalidad. Asimismo, el administrador es quien lleva las cuentas del condominio y responde por el mal uso de los recursos.

Cumple y hace cumplir las normas. No solo ejerce las facultades definidas en el Art. 60 del Reglamento General de la Ley de Propiedad Horizontal, además se encarga de hacer que todos los copropietarios y usuarios cumplan con las normas del condominio.

Es el secretario de la asamblea. El administrador desempeña las funciones de secretario dentro de las sesiones de asamblea y directorio. Su trabajo no se limita a asistir a las sesiones; él es el encargado de que estas se desarrollen eficientemente y que lo resuelto quede instrumentado en actas conforme a la norma.

Prepara informes, presupuestos y propuestas de reglamentos. Su trabajo no solo es de ejecución. Además de llevar a cabo las disposiciones de la asamblea, el administrador pone a su consideración la información que esta necesita para tomar decisiones sustentadas y en beneficio de los copropietarios.

 Resuelve conflictos. Al ser uno de los órganos de administración del condominio, los copropietarios pueden acudir al administrador para ventilar un conflicto que requiera de un tercero neutral.

 Es quien toma las decisiones urgentes. En caso de una emergencia o un imprevisto, el administrador es el llamado a decidir sobre lo que debe hacerse sin esperar la aprobación de la asamblea o directorio.

Como pudiste ver, el administrador es una pieza clave en la organización del condominio. Antes de nombrar un administrador en tu condominio, recuerda todas las responsabilidades que este tendrá y que es necesario que cuente con suficiente formación y experiencia para asumir esta tarea.

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¿Cómo cuidar el procedimiento parlamentario dentro de las sesiones de la asamblea de copropietarios?

Siendo completamente honestos, debemos reconocer que llega a ser casi instintiva nuestra reacción de rechazo o malestar cuando nos enteramos de que hemos sido convocados a una sesión de asamblea de copropietarios. Si bien esto no es algo de lo que debemos sentirnos orgullosos, resulta compresible esta sensación si hemos sufrido experiencias incómodas en el pasado.

Desorden, gritos, peleas, insultos, reclamos, son las características de sesiones que no pudieron ser controladas desde un inicio. Y si a esto le sumamos la falta de consensos y resoluciones, lo único que se obtiene es una pérdida de tiempo.

Si ya estás cansado de que tus sesiones resulten así, sigue estos consejos para aplicar un procedimiento parlamentario que garantice una sesión eficiente y sin sobresaltos:

Comienza a tiempo: Si eres presidente o administrador, da seguimiento a la convocatoria enviada y pide a los vecinos que asistan puntualmente para conformar quorum e instalar la sesión a la hora señalada. Es una mala costumbre que los vecinos asistan siempre una hora después de la hora original para iniciar la sesión en segunda convocatoria. Esta práctica debe ser poco a poco desterrada de los condominios porque genera desorden y afecta a la participación de los vecinos.

Reglas claras: Define un protocolo claro para que puedas llevar a cabo tus sesiones de asamblea. Desde como pedir la palabra hasta el tiempo máximo de intervención por participante, estas reglas servirán para que prime el orden en las sesiones.

Si vas a presidir una sesión, hazlo bien: Si eres el presidente de la sesión toma en cuenta que el correcto desenvolvimiento de esta depende de tu liderazgo y capacidad de resolver conflictos. El presidente no es mejor por cuan carismático o condescendiente llega a ser, así que olvídate de querer ser amigo de todos. Un buen presidente es aquel que de forma asertiva y objetiva dirige una sesión respetando los derechos de los participantes y haciendo que se cumpla el orden del día en un ambiente de respeto y camaradería.

Respeta el debido proceso y ajústate a la norma: Recuerda que tu trabajo es velar que la norma se cumpla por todos, no de usarla discrecionalmente.  Una de las cosas que más desgasta la credibilidad de un presidente, y en general de toda la sesión, es la inequidad con la que se usa la norma. Desde la constatación del quorum hasta la redacción del acta, todo debe ser realizado en apego estricto a la norma.

Mociones y derecho de voz: Todos los copropietarios tienen el derecho de expresar sus ideas o requerimientos en la sesión de asamblea, sin embargo, esto no puede salirse del contexto del orden del día. Recuerda que, si presides una sesión, debes hacer que esta no se aleje de su objetivo principal. Monólogos de 10 minutos o más, así como acusaciones y réplicas descontroladas, son la tónica general de sesiones en las que el presidente no ejerce su labor correctamente. Recuerda que dentro de una sesión el presidente es quien comanda las intervenciones y hace que se respete el derecho de todos de escuchar y ser escuchados.

Recuerda que la forma en la que se llevan a cabo las asambleas dice mucho de la calidad de organización que tiene tu condominio. Síguenos para más consejos sobre cómo organizar tu condominio.

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¿Cómo mediar un conflicto entre vecinos dentro de un condominio?

Según el Capítulo VIII del Reglamento General de la Ley de Propiedad Horizontal, salvo los procedimientos específicos detallados en la norma de la materia, cualquier controversia que surja entre los copropietarios o usuarios de condominio pueden ser sometidos a un procedimiento conciliatorio verbal, breve y sumario, ante uno de los órganos de administración del condominio.

Siendo el administrador del condominio uno de los órganos, es necesario que quien ejerza esta función esté claro del papel que desempeñaría como promotor de acuerdos y de la resolución de conflictos vecinales.

Con este antecedente y, a propósito de la coyuntura que vive el país, revisemos algunos consejos para resolver un conflicto de manera eficaz y sostenible.

Dialogar es la base, pero no lo es todo: Partamos de que dialogar no es exponer mis caprichos y escuchar los caprichos del otro. Esta recurrente confusión es la causante del escalamiento del conflicto y de posiciones cada vez más cerradas.

En estos días hemos escuchado tantas veces la palabra “diálogo” que resuena en nuestras cabezas como un mantra. Desde todos los sectores se habla del diálogo y se lo pondera como una solución, cuasi mágica, a problemas estructurales cuya real cura necesita más que una mesa, dos sillas y buena voluntad. Cuando se trata de resolver un conflicto, dialogar deja de ser una acción concreta y se vuelve un proceso complejo y sistemático orientado a explorar opciones factibles y racionales que satisfagan las necesidades de las partes. Por ello, el sentarse en una mesa debe ser el resultado de acciones previas inteligentemente guiadas para llegar a presentar una propuesta que construya valor, confiando que la otra parte hará lo propio.

Preparar el terreno de la mediación: Antes de dialogar debemos haber preparado el terreno para que esto sea efectivo. Compromisos de dar, hacer o no hacer pueden ser los primeros actos de buena fe que se deben cumplir antes de llegar a una mesa. No asumamos que solo por el hecho de ponerse frente a frente las partes en conflicto van a solucionar sus problemas. Estas deben haberse demostrado mutuamente que tienen la intención de solucionar sus problemas y que están dispuestas a trabajar por ello.

No comprometas tu probidad como mediador: Si vas a intervenir como mediador debes cuidar que acciones sean, y se vean, siempre en beneficio del acuerdo y no solo de una de las partes.

La base de todo buen acuerdo es la confianza: Tanto entre las partes, como de las partes hacia el mediador, la confianza es la piedra angular sobre la que se construye un acuerdo. Si ya existe, cuídala. Si no, constrúyela. Recuerda que las partes no van a mediar entre ellas sin saber que pueden confiar la una en la otra. De igual forma, las partes en conflicto no permitirán que tú sigas mediando el conflicto si perciben un sesgo o mala fe de tu parte.

El mediar en un conflicto vecinal deber ser asumido con mucha responsabilidad y cuidado. Ten en cuenta que la calidad de vida de tus vecinos está en juego. 

 

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¿Cómo enseñar a los niños a ser buenos vecinos?

La convivencia dentro de un condominio es uno de los aspectos que más influyen en la calidad de vida y en la experiencia vecinal de las personas. Al mudarnos de casa o departamento tenemos conocimiento respecto al inmueble que hemos comprado o alquilado, sus características, servicios, ubicación, etc., pero desconocemos por completo sobre la dinámica comunitaria y las relaciones vecinales con las que tendremos que lidiar y bajo las cuales deberemos adaptar nuestra vida. En artículos anteriores hemos abordado el tema de la convivencia entre vecinos, las formas de evitar o resolver conflictos, sobre los derechos y las obligaciones que adquirimos al vivir bajo el régimen de propiedad horizontal, entre otros. En esta ocasión, desde Fundación Bien-Estar queremos dedicar este post a los vecinos más pequeños, los niños que viven dentro de un condominio.

Al igual que las personas adultas que habitan en un conjunto residencial o condominio, los niños tienen derechos y obligaciones y están sujetos a las mismas normativas de convivencia. Por esta razón es muy importante que desde pequeños reciban la guía adecuada para normar su comportamiento y adaptarlo a la convivencia con sus vecinos.

Con este objetivo, a continuación te presentamos algunas sencillas recomendaciones que te ayudarán a guiar el comportamiento de tus niños dentro del condominio para que se conviertan en buenos vecinos. Enséñales a:

  • Respetar las normas establecidas en el condominio, tales como, respetar los espacios privados, cuidar los espacios comunes, utilizar adecuadamente las instalaciones, colocar la basura en su lugar, pasear a las mascotas con collar y recoger sus desperdicios, etc.
  • Evitar el ruido. Los niños, por naturaleza, son ruidosos, pero deben comprender que sus acciones afectan a las otras personas y el ruido excesivo constituye una falta de consideración para con sus vecinos. Explícales que dentro del edificio pueden haber personas enfermas o bebés que necesiten silencio para descansar.
  • Colaborar y participar en las actividades comunitarias, sean de limpieza, adecentamiento o socialización. Estas actividades permiten estrechar los lazos vecinales y crear vínculos entre los niños y las personas de su entorno, de esta manera se construyen espacios y relaciones más seguros para todos.
  • Ser cordiales y comedidos. Dentro del condominio, al igual que en las demás instancias de la sociedad, deben practicarse las normas básicas de educación y cortesía. Como por ejemplo:
    • Saludar y despedirse, tanto de los vecinos como del personal que trabaje en el condominio (guardias, conserjes, administradores, etc.), solicitar con amabilidad y agradecer cuando se ha recibido algún servicio o favor.
    • Comedirse a ayudar en caso de que alguien lo necesite. Los niños pueden ayudar a sus vecinos mayores con pequeños favores como cargar paquetes livianos, abrir y/o cerrar puertas, subir o bajar gradas, etc.

Los niños forman parte importante de toda comunidad y una vez que han aprendido a respetar y cumplir las normas establecidas pueden convertirse en los mejores aliados para lograr una comunidad organizada.

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¿Qué hacer con los malos vecinos dentro de un condominio? Parte 2

Con esta segunda parte cerraremos con broche de oro este artículo haciendo una breve identificación de más perfiles de malos vecinos que habitan nuestro condominio. Leamos detenidamente su descripción para saber qué podemos hacer con ellos desde nuestro cargo de administrador:

El vecino contreras: Este vecino se opone a todo lo que se propone en el condominio. Y cuando me refiero a todo, es a todo. Sin distinguir si es bueno o malo, este vecino siempre va a encontrar un problema, real o imaginario, a cualquier iniciativa. Si bien la solución más sencilla puede ser no prestarles mucha atención a sus objeciones, el problema puede agravarse cuando sus inconformidades hacen eco en más vecinos. Para evitar que este vecino genere más problemas, es recomendable incluirlo estratégicamente en los procesos de toma de decisiones. De esta forma él será parte de las iniciativas y esto ayudará a que disminuya su oposición.

 El vecino tiburón sin miedo al éxito: Este vecino se caracteriza por querer hacer negocio de todo y con todos, lo cual, en estricto sentido no sería un problema siempre que esto no comprometa las finanzas del condominio. Por lo general, está muy pendiente de los procesos de contratación de bienes y servicios del condominio para, en el momento oportuno, desacreditar las propuestas presentadas y, en su lugar, ofrecer las suyas o “recomendar” a sus amigos. Asimismo, este vecino suele proponer trueques o “negocios” a la directiva o al administrador para compensar el pago de las expensas.  Para tratar con este vecino es preciso tener en claro que él siempre va a priorizar su beneficio propio por sobre el del condominio, por ello no es saludable tenerlo como proveedor. Para evitar esto, se recomienda que la asamblea apruebe un instructivo o emita una resolución en la que se normen los procesos de contratación y se establezcan concursos abiertos, transparentes y sin conflicto de intereses.  

El vecino de cristal: Este vecino es el vivo ejemplo de la extrema sensibilidad. No se le puede reclamar nada porque todo lo ve como una ofensa o una vulneración de sus derechos. Generalmente piensa que su accionar es perfecto y que todo el mundo debe estar consciente de ello y estar agradecido de tenerlo en el condominio. A menudo presenta reclamos escandalosos a la administración y empapela ascensores y carteleras con quejas e indirectas en contra de otros copropietarios. Se ve a sí mismo como el “deber ser” del vecino y condiciona o presiona al administrador para que las decisiones sean a su medida y beneficio. Este tipo de vecino suele compartir características con el “vecino abusivo” y el “vecino jurisconsulto” y su participación en las asambleas las vuelve largas y poco eficientes. Para tratar con este vecino es necesario tratarlo con respeto y cortesía, pero sin atenciones preferentes. El administrador debe procurar no caer en su juego y siempre tener en mente que su labor es la de procurar el beneficio común y no la satisfacción de un vecino en particular.

Seguro en nuestro condominio tenemos algunos de estos vecinos y en lugar de ignorarlo debemos saber cómo tratar con él. Recuerda que todos los copropietarios tienen derechos, pero también obligaciones, y que nuestro éxito como administradores radica en saber manejar el equilibrio entre estas dos. Nos vemos en una próxima entrega con más consejos para vivir mejor en comunidad.

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¿Qué hacer con los malos vecinos dentro de un condominio?

Esta pregunta es recurrente y, sinceramente, difícil de responder. No solo porque no existe una sola respuesta, sino porque la categoría de “mal vecino” es muy amplia y sujeta a interpretaciones subjetivas. Para evitarnos tan sensible tarea, procuraremos incluir en esta categoría a aquellos vecinos que por su accionar afectan a la convivencia dentro del condominio.

Dicho esto, identifiquemos algunos ejemplos de malos vecinos y revisemos qué podemos hacer al respecto desde nuestro cargo de administrador:

  • El vecino moroso: Este vecino generalmente piensa que el pago de las expensas es un acto de generosidad. Asimismo, justifica su falta de pago por estar en desacuerdo con las decisiones que se toman. Para tratar con él, como administradores debemos ser firmes y fundamentar nuestra gestión de cobro en la Ley y Reglamento General de Propiedad Horizontal. Recordemos que, si el vecino moroso no paga por las buenas, siempre se puede iniciar un proceso judicial ejecutivo o monitorio para el cobro de las expensas vencidas.
  • El vecino abusivo: Este vecino, por su parte, piensa que todo el condominio es una extensión de su casa o departamento, por ello, suele adornar los pasillos de su piso con zapateras, cuadros, macetas, entre otras cosas. Asimismo, suele ocupar las gradas de emergencia para guardar coches de bebé, cilindros de gas o cartones. A vecinos como este debemos llamarles la atención por escrito citando las partes pertinentes del Art. 12 del Reglamento General de la Ley de Propiedad Horizontal y sancionándoles con las multas definidas en nuestro reglamento interno.
  • El vecino jurisconsulto: Este vecino se caracteriza por intimidar a todo el mundo con su “vasto” conocimiento de leyes reales e inventadas. Suele citar cosas como “derechos adquiridos”, “declararse en rebeldía” o “violación de derechos humanos y constitucionales” para evitar cumplir con sus obligaciones para con el condominio. Para lidiar con vecinos así, en primer lugar, no debemos caer en su juego. Recordemos que nuestra mejor herramienta es tener un conocimiento claro de la Ley y Reglamento de Propiedad Horizontal. La próxima vez que este vecino trate de atemorizarnos con esta estrategia, preparemos una respuesta en derecho y vayamos desmintiendo punto por punto sus objeciones.
  • El vecino iluminado: Por experiencia, este tipo de vecinos es uno de los más peligrosos. Si bien comparte características con el vecino jurisconsulto, se diferencia de este por su carisma e innegables “buenas intenciones”. Generalmente llegan al directorio o a liderar un bando de vecinos con ideas o propuestas, en el mejor de los casos, medianamente acertadas, pero altamente populares. Esto hace que en poco tiempo se vuelvan “expertos” en el manejo de condominios y que acaparen la presidencia o administración por muchos años. Para evitar tener vecinos así lo mejor es capacitar a todos los copropietarios en el régimen legal de propiedad horizontal y procurar definir procesos electorales internos que promuevan la alternabilidad y participación democrática de todos.

En la próxima entrega continuaremos revisando más perfiles de malos vecinos y cómo lidiar con ellos en el condominio.

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Recomendaciones para una convivencia tranquila durante las fiestas

Debido a las celebraciones de Navidad y fin de año, las últimas semanas de diciembre suelen estar marcadas por la algarabía y espíritu festivo. Sin embargo, esta es una época en la que también se evidencian gran cantidad de conflictos y accidentes de todo tipo debido, en gran medida, al mismo ánimo de fiesta y los descuidos que este conlleva.

Hacer de estas festividades una época de reconciliación o de conflicto depende de las actitudes y comportamientos que adoptemos para con nosotros mismos y para con las personas de nuestro entorno. Esto resulta particularmente importante para quienes viven en edificios o conjuntos residenciales, puesto que en estos casos las acciones de cada persona impactan directamente en la vida de sus vecinos.

En este sentido y conscientes de que estas fechas pueden servir para estrechar los lazos vecinales y superar diferencias o desacuerdos surgidos durante el año, hemos preparado algunas recomendaciones que pueden ayudar a mejorar la convivencia vecinal durante las fiestas que nos aprestamos a celebrar.

  1. Seamos solidarios. Para serlo no es necesario que invirtamos en cosas materiales, basta con que mantengamos una actitud de respeto y empatía con nuestros vecinos. Recordemos que no todas las personas son igual de afortunadas, no todas tienen motivos de celebración, más aún en medio de la difícil situación humana, social y económica que atravesamos producto de la pandemia de COVID-19. Muchas personas han perdido a uno o varios de sus seres queridos, muchos están enfermos y otros tantos han perdido sus trabajos. Por esta razón, en estas fiestas, más que nunca, ser solidarios y empáticos con las realidades ajenas es muy importante. Saludar, sonreír, escuchar e incluso perdonar actitudes hostiles son algunas sencillas acciones y actitudes que podemos tener para con nuestros vecinos en esta época.
  2. Compartamos actividades. Las festividades que se avecinan son una excelente opción para estrechar los lazos vecinales. Organizar algún evento en las áreas comunales, como novenas o un agasajo navideño para los niños, permite a los vecinos compartir en un ambiente distendido, crear nuevas amistades y, en general, compartir tiempo para conocer a las personas con las que convivimos y con quienes pocas veces coincidimos. Otra buena idea es organizar a los condóminos para hacer alguna labor social, como donar juguetes, ropa o caramelos a familias menos favorecidas.
  3. Respetemos las necesidades ajenas. Como mencionamos antes, no todas las personas están en las mismas condiciones de festejar, por ello, si nosotros tenemos la fortuna de hacerlo no olvidemos a nuestros vecinos y celebremos con mesura y respeto. Esto incluye, por ejemplo: controlar el ruido que nuestras reuniones o fiestas generan, respetar horarios (los demás vecinos pueden necesitar descansar), no obstaculizar las vías de acceso o parqueaderos con los vehículos de nuestros invitados, utilizar los espacios propios y comunes adecuadamente, recoger la basura producida y colocarla en el lugar indicado, etc.
  4. Precautelemos el bienestar de todos. En este sentido, es importante recordar que seguimos viviendo una época de pandemia y por tanto es nuestra obligación mantener los cuidados y medidas de bioseguridad necesarios para precautelar la salud propia, la de nuestros familiares y la de todos nuestros vecinos. Evitemos aglomeraciones y reuniones multitudinarias, usemos en todo momento mascarilla, mantengamos un adecuado aseo de manos y superficies y procuremos mantener una distancia prudente para evitar contagios y propagación del virus.
  5. Evitemos el uso de pirotecnia. Esta recomendación tiene relación con todas las anteriores. Además del riesgo que este tipo de productos implican para quienes los manipulan y para todos quienes comparten su entorno, el ruido y contaminación que generan afectan directamente el bienestar de todo el condominio. Un tema especialmente importante es el peligro que sufren las mascotas con el estallido de la pirotecnia, que puede causarles daños de salud severos e incluso la muerte. Si nosotros no tenemos mascotas o a las nuestras no les afecta, recordemos que convivimos con otras familias cuyas mascotas pueden resultar afectadas. Seamos solidarios.

El seguir estas sencillas recomendaciones puede hacer la diferencia entre vivir unas fiestas en tranquila convivencia o convertirlas en el inicio de nuevos o peores conflictos entre vecinos. Procuremos, por tanto, actuar de manera que las fiestas que nos aprestamos a celebrar sean motivo de alegría para toda nuestra comunidad.

Desde Fundación Bien-Estar nos sumamos al deseo de paz, salud y armonía para estas festividades y esperamos que esta época sea aprovechada como un espacio de reflexión y solidaridad que permita mantener una convivencia vecinal saludable y corresponsable.

Abg. Jonathan Gómez – Coordinador de producto