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¿Cómo cuidar el procedimiento parlamentario dentro de las sesiones de la asamblea de copropietarios?

Siendo completamente honestos, debemos reconocer que llega a ser casi instintiva nuestra reacción de rechazo o malestar cuando nos enteramos de que hemos sido convocados a una sesión de asamblea de copropietarios. Si bien esto no es algo de lo que debemos sentirnos orgullosos, resulta compresible esta sensación si hemos sufrido experiencias incómodas en el pasado.

Desorden, gritos, peleas, insultos, reclamos, son las características de sesiones que no pudieron ser controladas desde un inicio. Y si a esto le sumamos la falta de consensos y resoluciones, lo único que se obtiene es una pérdida de tiempo.

Si ya estás cansado de que tus sesiones resulten así, sigue estos consejos para aplicar un procedimiento parlamentario que garantice una sesión eficiente y sin sobresaltos:

Comienza a tiempo: Si eres presidente o administrador, da seguimiento a la convocatoria enviada y pide a los vecinos que asistan puntualmente para conformar quorum e instalar la sesión a la hora señalada. Es una mala costumbre que los vecinos asistan siempre una hora después de la hora original para iniciar la sesión en segunda convocatoria. Esta práctica debe ser poco a poco desterrada de los condominios porque genera desorden y afecta a la participación de los vecinos.

Reglas claras: Define un protocolo claro para que puedas llevar a cabo tus sesiones de asamblea. Desde como pedir la palabra hasta el tiempo máximo de intervención por participante, estas reglas servirán para que prime el orden en las sesiones.

Si vas a presidir una sesión, hazlo bien: Si eres el presidente de la sesión toma en cuenta que el correcto desenvolvimiento de esta depende de tu liderazgo y capacidad de resolver conflictos. El presidente no es mejor por cuan carismático o condescendiente llega a ser, así que olvídate de querer ser amigo de todos. Un buen presidente es aquel que de forma asertiva y objetiva dirige una sesión respetando los derechos de los participantes y haciendo que se cumpla el orden del día en un ambiente de respeto y camaradería.

Respeta el debido proceso y ajústate a la norma: Recuerda que tu trabajo es velar que la norma se cumpla por todos, no de usarla discrecionalmente.  Una de las cosas que más desgasta la credibilidad de un presidente, y en general de toda la sesión, es la inequidad con la que se usa la norma. Desde la constatación del quorum hasta la redacción del acta, todo debe ser realizado en apego estricto a la norma.

Mociones y derecho de voz: Todos los copropietarios tienen el derecho de expresar sus ideas o requerimientos en la sesión de asamblea, sin embargo, esto no puede salirse del contexto del orden del día. Recuerda que, si presides una sesión, debes hacer que esta no se aleje de su objetivo principal. Monólogos de 10 minutos o más, así como acusaciones y réplicas descontroladas, son la tónica general de sesiones en las que el presidente no ejerce su labor correctamente. Recuerda que dentro de una sesión el presidente es quien comanda las intervenciones y hace que se respete el derecho de todos de escuchar y ser escuchados.

Recuerda que la forma en la que se llevan a cabo las asambleas dice mucho de la calidad de organización que tiene tu condominio. Síguenos para más consejos sobre cómo organizar tu condominio.

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¿Es necesario conformar una directiva en mi condominio?

Tanto en el consultorio legal como en los distintos espacios de capacitación de Fundación Bien-Estar, esta pregunta es recurrente. Si bien la conformación de una directiva está muy arraigada a la costumbre, es preciso conocer cuándo es necesario, u obligatorio, contar con una. A continuación, les presentaré los puntos más importantes para tomar la decisión de conformar o no una directiva:

  • La directiva es un órgano de administración del condominio que tiene competencias claras y puntuales orientadas a facilitar y operativizar las decisiones y acciones dentro de él.
  • Según el Art. 32 del Reglamento General de la Ley de Propiedad Horizontal, los órganos de administración del condominio dependerán de las características de este. Es decir, será necesario con una directiva cuando se presenten las siguientes condiciones:
  • Si tu condominio fue edificado solo para vivienda (casas o departamentos) y no está dividido en bloques, torres, manzanas, etc., no es obligatorio conformar una directiva.
  • Sin embargo, si tu condominio esta constituido por torres, bloques, manzanas, ya sean para vivienda, vivienda-comercio o solo comercio, es necesario elegir una directiva. Cada una de estas secciones tendrán un representante en la directiva. De la misma forma habrá un representante por los comercios u oficinas.
  • Pese a esta clara disposición, hay muchos condominios que tienen una directiva sin estar incursos en las condiciones señaladas en el párrafo anterior. Esto, a primera vista, no se convertiría en un problema si para ello se consideran criterios de eficiencia, representatividad y necesidad. Por ejemplo, si tu condominio está compuesto por 10 unidades exclusivas (10 copropietarios) no sería una buena idea tener una directiva con 5 vocales ya que, para fines prácticos, una sesión de directiva estaría compuesta por la mitad de la asamblea, lo cual no ayuda mucho a la operatividad. 

Una directiva debe convertirse en una instancia de control y apoyo para la administración y la asamblea, no en un órgano sin funciones claras que entorpezca el funcionamiento del condominio. Para evitar esto, es preciso definir el número adecuado de vocales, el alcance de sus competencias y la frecuencia de sus sesiones.

Recuerda que la directiva jamás podrá estar por encima de la asamblea y sus decisiones.

Espera las próximas entregas de este blog con más consejos sobre el régimen de condominios y su administración.

Por: Abg. Jonathan Gómez P.