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¿Qué hacer con los malos vecinos dentro de un condominio? Parte 2

Con esta segunda parte cerraremos con broche de oro este artículo haciendo una breve identificación de más perfiles de malos vecinos que habitan nuestro condominio. Leamos detenidamente su descripción para saber qué podemos hacer con ellos desde nuestro cargo de administrador:

El vecino contreras: Este vecino se opone a todo lo que se propone en el condominio. Y cuando me refiero a todo, es a todo. Sin distinguir si es bueno o malo, este vecino siempre va a encontrar un problema, real o imaginario, a cualquier iniciativa. Si bien la solución más sencilla puede ser no prestarles mucha atención a sus objeciones, el problema puede agravarse cuando sus inconformidades hacen eco en más vecinos. Para evitar que este vecino genere más problemas, es recomendable incluirlo estratégicamente en los procesos de toma de decisiones. De esta forma él será parte de las iniciativas y esto ayudará a que disminuya su oposición.

 El vecino tiburón sin miedo al éxito: Este vecino se caracteriza por querer hacer negocio de todo y con todos, lo cual, en estricto sentido no sería un problema siempre que esto no comprometa las finanzas del condominio. Por lo general, está muy pendiente de los procesos de contratación de bienes y servicios del condominio para, en el momento oportuno, desacreditar las propuestas presentadas y, en su lugar, ofrecer las suyas o “recomendar” a sus amigos. Asimismo, este vecino suele proponer trueques o “negocios” a la directiva o al administrador para compensar el pago de las expensas.  Para tratar con este vecino es preciso tener en claro que él siempre va a priorizar su beneficio propio por sobre el del condominio, por ello no es saludable tenerlo como proveedor. Para evitar esto, se recomienda que la asamblea apruebe un instructivo o emita una resolución en la que se normen los procesos de contratación y se establezcan concursos abiertos, transparentes y sin conflicto de intereses.  

El vecino de cristal: Este vecino es el vivo ejemplo de la extrema sensibilidad. No se le puede reclamar nada porque todo lo ve como una ofensa o una vulneración de sus derechos. Generalmente piensa que su accionar es perfecto y que todo el mundo debe estar consciente de ello y estar agradecido de tenerlo en el condominio. A menudo presenta reclamos escandalosos a la administración y empapela ascensores y carteleras con quejas e indirectas en contra de otros copropietarios. Se ve a sí mismo como el “deber ser” del vecino y condiciona o presiona al administrador para que las decisiones sean a su medida y beneficio. Este tipo de vecino suele compartir características con el “vecino abusivo” y el “vecino jurisconsulto” y su participación en las asambleas las vuelve largas y poco eficientes. Para tratar con este vecino es necesario tratarlo con respeto y cortesía, pero sin atenciones preferentes. El administrador debe procurar no caer en su juego y siempre tener en mente que su labor es la de procurar el beneficio común y no la satisfacción de un vecino en particular.

Seguro en nuestro condominio tenemos algunos de estos vecinos y en lugar de ignorarlo debemos saber cómo tratar con él. Recuerda que todos los copropietarios tienen derechos, pero también obligaciones, y que nuestro éxito como administradores radica en saber manejar el equilibrio entre estas dos. Nos vemos en una próxima entrega con más consejos para vivir mejor en comunidad.

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Los niños en el condominio

En este blog se ha hablado mucho de los conflictos que se generan dentro del condominio. Hemos tratado temas administrativos y profundizado sobre los aspectos legales de las decisiones y actuaciones de los copropietarios. En resumen, hemos dado consejos y soluciones para problemas de adultos, pero, en todo esto, ¿en dónde quedan los niños?

Los copropietarios, en su vertiginosa carrera por atender lo urgente, frecuentemente olvidan lo importante. Por ello, en esta edición hablaremos acerca de los niños en el condominio.

Si quieres que los niños de tu condominio tengan una mejor experiencia viviendo en comunidad, sigue los siguientes consejos:

  • Piensa en ellos al tomar decisiones. Las sesiones de asambleas generalmente están llenas de adultos discutiendo sobre quién tiene la razón. Incluso cuando estos debates giran alrededor de las áreas comunes que usan los niños, su criterio no es tomado en cuenta sino el del adulto que “cree” que su idea es la mejor para estos. Para hacer un ejercicio práctico pregúntate cuántas veces en tu condominio se les ha preguntado a los niños sobre la forma en la que quieren ver los espacios comunes.
  • No seas un mal ejemplo. Es alarmante el número de peleas y hechos de violencia que se generan en un condominio por desacuerdos entre vecinos. Algunos de estos son el resultado del escalamiento de un problema entre niños que no fue inteligentemente atendido. Evita ser de aquellos padres que, escudados bajo una “ferviente paternidad”, buscan resolver los problemas a golpes y escándalos. Si tu hijo tiene un problema con otro niño y crees que necesite de tu intervención, haz un acercamiento educado y prudente con el otro padre para buscar una solución.
  • Educa al niño y no tendrás que castigar al hombre. Esta frase la dijo Pitágoras hace más de 2000 años y hoy sigue tan vigente como en aquel momento. No esperes que los niños actúen de la forma en la que tú quieres si tú no has hecho nada para educarlo. Es fácil, e irresponsable, solo quejarse de los niños y sus travesuras. Contrario a la tendencia, es preciso que cada condominio destine tiempo y esfuerzos para educarlos y hacerlos sentir importantes dentro de la comunidad. Para ello, organiza una minga para que puedan ayudar en el cuidado de las áreas verdes; crea una pequeña biblioteca con libros infantiles donados por los vecinos; destina un porcentaje del presupuesto para adecuar un espacio más cómodo y funcional para los niños, entre otras iniciativas.

Recuerda que los niños son tan importantes dentro del condominio como lo eres tú, solo que su desventaja está en que no todos los escuchan. Si quieres que tu condominio sea un mejor lugar para vivir, piensa también en los niños al momento de actuar y tomar decisiones.

Abg. Jonathan Gómez – Coordinador de producto

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7 errores al iniciar un negocio ¿Cómo manejar de forma adecuada un emprendimiento?

El emprendimiento es la capacidad que tiene una persona para realizar un esfuerzo adicional para alcanzar un objetivo.

Pero ¿Por qué en la actualidad muchas personas optan por emprender? Un estudio realizado por Amway Global (2017), señala que las personas menores de 35 años prefieren crear su propio negocio, con la finalidad de tener libertad en la toma de decisiones y para generar ingresos que les permitan tener una estabilidad financiera personal y familiar. Por esta razón la tendencia de emprender es cada vez mayor, debido a que los jóvenes están buscando una capacidad de acción donde tengan autonomía.

Por otro lado, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) registró a marzo del 2021, tasas de desempleo y subempleo muy elevadas con un índice del 5,8% y 22,6%, respectivamente. Es así como muchas personas perdieron un empleo formal, sus ingresos se redujeron y por ende su situación económica es incierta, lo cual ha llevado a la necesidad de emprender un nuevo negocio, a fin de satisfacer sus necesidades y mantener una salud financiera estable.

A pesar de que la coyuntura económica promueve la generación de emprendimientos, según el reporte del Global Entrepreneurship Monitor (GEM, 2020), el 80% de los emprendimientos ecuatorianos fracasan durante el segundo año en el que fueron puestos en marcha, siendo este, un porcentaje muy elevado comparado con el de la región.

Con el objetivo de tomar las mejores decisiones y tener éxito a continuación, te presentamos 7 errores al momento de iniciar un emprendimiento:

  1. Generar un mal ambiente laboral. – Algunos emprendedores optan por la opción de trabajar con socios, debido a que de alguna manera podrían aportar con el giro de negocio. Sin embargo, en muchos de los casos, al momento de tomar una decisión estratégica pueden surgir ideas contradictoras que terminan diluyendo el emprendimiento con conflictos innecesarios, por lo cual es preciso distinguir si es indispensable o no trabajar con más personas.
  2. No calcular imprevistos para el capital inicial. – Es prioritario evaluar la cantidad de dinero que se necesita para comenzar el negocio, considerando también los posibles imprevistos en los que se podría incurrir.
  3. Esperar ganancias inmediatamente. – Según el giro de negocio, es preciso realizar un análisis previo sobre el tiempo que se estima en generar ganancias o utilidad, con la finalidad de estar preparado/a para asumir costos y gastos de forma anticipada.
  4. Falta de formación continua. – Muchas personas que empiezan un emprendimiento no desarrollan nuevos conocimientos para mejorar su negocio, a pesar de que en la actualidad, a través de la tecnología, existen muchos insumos en los cuales el emprendedor se puede capacitar de forma constante, a fin de corregir las debilidades en diferentes campos como: ventas, marketing, finanzas, negociación, etc.
  5. No se considera la competencia. – Es necesario realizar un pequeño estudio de mercado para conocer los competidores directos que realizan la misma actividad económica del emprendimiento.
  6. Creer que los precios de venta son los acertados. – Una vez que se tiene claro la competencia, es importante analizar si los precios de venta al público son los adecuados, a fin de garantizar que los bienes o servicios se van a vender a un precio justo y con facilidad.
  7. No delinear un plan de negocios. – El error más frecuente que se comete es no realizar un buen plan de negocios y no consideran los aspectos más relevantes del emprendimiento como: objetivos, elementos orientadores, estudio de mercado, niveles de producción, etc. De esta manera, con un correcto plan de negocios, se realizará un seguimiento claro y objetivo sobre la idea del negocio, maximizando las fortalezas y oportunidades encontradas.

Referencias Bibliográficas

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¿Cómo hacer correctamente una convocatoria a una sesión de Asamblea General de Copropietarios? Parte 1.

El éxito de una asamblea de copropietarios se mide por la calidad de los acuerdos alcanzados y por su apego y coherencia con las normas legales que rigen a los condominios. La convocatoria a una asamblea, siendo el primer paso para la celebración de estas sesiones, tiene un papel vital por cuanto es la primera aproximación de los condóminos con los asuntos que se van a resolver.

Si quieres saber cómo hacer una convocatoria efectiva, sigue a los siguientes pasos:

  • La formalidad ante todo. Una convocatoria debe seguir estrictamente lo establecido en el Art. 37 del Reglamento General de la Ley de Propiedad Horizontal. Es decir, debe ser realizada por escrito, con ocho días (mínimo) de anticipación a la fecha de la sesión, y deberá expresar claramente el lugar, la fecha, la hora y los asuntos a tratarse (orden del día).

  • Claridad en el orden del día. Muchas veces el orden del día suele enunciar vagamente el tema que se piensa tratar en la sesión de asamblea, por ejemplo: “pintura del edificio”. Este hábito de querer resumir el orden del día es innecesario y hasta contraproducente. Evita caer en estos errores y utiliza un verbo (o los que sean necesarios) que aclare al lector de la convocatoria que es lo que se piensa hacer en la sesión, por ejemplo: “conocimiento y resolución sobre propuestas de servicios de pintura de la fachada del edificio”.

  • Guerra avisada no mata soldados. Seamos honestos, no somos el ejemplo de puntualidad y eso se ve reflejado en la asistencia a las sesiones de asambleas de copropietarios. Por lo general los vecinos no acuden a tiempo y ello afecta al normal desarrollo de la asamblea puesto que se no puede conformar quorum y, consecuentemente, no pueden instalarse en sesión. Por ello, es importante que en la comunicación que extienda el Presidente se mencione al Art. 39 del Reglamento General de la Ley de Propiedad Horizontal y se incluya un párrafo en donde se menciona a la segunda convocatoria; la cual consiste en facultad de instalarse en asamblea general, con el número de copropietarios presentes, una vez que hayan transcurrido 60 minutos desde la hora definida en la convocatoria original. Ten presente que, si una asamblea se instala en segunda convocatoria, sus resoluciones tendrán los mismos efectos legales como si fuese instalada en primera convocatoria: sus decisiones afectan a todos, hayan o no asistido a la sesión.

  • Aprobación de actas en la misma sesión. Es muy común que dentro de los condominios las actas se aprueben en la siguiente sesión, sin embargo, esta práctica contradice lo establecido en el Art. 43 del Reglamento General de la Ley de Propiedad Horizontal. Según la norma, las actas de las asambleas deben ser aprobadas en la misma sesión (al finalizar) y deberán ser firmadas por el Presidente y el Secretario.

En el siguiente artículo seguiremos abordando más consejos para hacer una correcta convocatoria a una asamblea general de copropietarios.